Los eructos lo ayudan a expulsar parte del aire que incorporan cuando tragan. Cómo hacerlo y hasta cuándo.

“Nena, que el bebé haga provechito”, suelen decir las bisabuelas con insistencia. Apenas terminamos de amamantar o darle la mamadera al recién nacido no faltan las sugerencias y casi órdenes para que el bebé eructe. Los papás primerizos suelen quedar algo intimidados ante este mandato y sin saber muy bien por qué es tan importante. “Cuando el bebé recién empieza a tomar el pecho o la mamadera su técnica de succión no es la más eficiente. Al succionar la leche también puede succionar aire, que se acumula en la panza lo que le genera irritabilidad y cólicos”, explica Federico Díaz, pediatra (MP 232337). El provechito lo que logra es evacúe ese aire inhalado. 

¿Cómo lograr que nuestro bebé haga “provechito”? Díaz nos indica que “luego de darle el pecho o la mamadera debemos colocarlo, erguido y boca abajo sobre nuestro hombro. En esa posición le damos golpecitos suaves y repetidos en la espalda”. También se lo puede mecer un poco lo que ayuda a que expulse el aire que tiene en su panza y logre hacer el ‘provechito’ es decir eructe. Para evitar problemas es aconsejable colocar una toalla sobre el hombro para no mancharse la ropa en caso de que el bebé regurgite.

Puede pasar que luego de unos meses, el bebé deje de hacerlo, lo que no significa que estamos realizando algo mal sino todo lo contrario. “Al dejar de hacer provechito el bebé nos indica que comenzó a succionar de modo correcto y ya no traiga aire”, señala Díaz.

No todos los bebés necesitan hacer provechito. Si tienen un buen agarre a la mamadera o el pecho no será necesario. Si se quedó dormido comiendo tampoco será necesario despertarlo. En cambio, si sentimos que está molesto o irritable, si notamos que se retuerce un poco, será cuestión de probar de mantenerlo erguido hasta que logre expulsar ese molesto aire.

También se recomienda intentar que realicen el provechito al minuto de haber succionado la leche. Si pasado ese tiempo no eructaron no es preciso seguir insistiendo.

El eructo del bebé será necesario hasta los cuatro o seis meses que es el tiempo en que la leche materna o infantil es el núcleo de su alimentación. A medida que madura el aparato digestivo y la alimentación se diversifica, la necesidad de eructar disminuye y acaba desapareciendo. 

Agradecemos la colaboración de Federico Díaz, podés consultarlo y seguirlo en: IG @elpediatra_fede

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