Son una de las mayores fuentes de nutrientes, por eso es importante incorporarlas a la dieta familiar. Las frutas poseen todas las características de un alimento saludable: son alimentos de baja densidad calórica, ricas en vitaminas, minerales y fibra, y nada procesadas. También contienen azúcares: sacarosa, glucosa y fructosa., pero vale aclarar que estos elementos intrínsecos, que forman parte de la estructura vegetal de la fruta, no se asociaron con ningún efecto perjudicial para la salud y no se relacionan con los azúcares libres o los extraídos o refinados. Una pregunta frecuente es qué cantidad de fruta al día se considera saludable. Como recomendación general, es deseable que los chicos las coman al menos tres veces. Si son niños pequeños o bebés es factible que consuman poca cantidad, solo unos trocitos es normal. Lo importante será ofrecérsela varias veces al día. Además se debe destacar que no existen frutas “malas”. Salvo caso de…
Durante el embarazo y el parto esta afección puede causar complicaciones, pero se domina con una dieta adecuada y actividad física La diabetes gestacional se caracteriza por la elevación de los valores de glucosa en sangre que aparecen por primera vez durante el embarazo, es decir, surgen en mujeres que presentaban valores considerados normales antes de quedar embarazadas. Esta alteración va en aumento y se diagnostica con mayor frecuencia. Según un informe de la Sociedad Argentina de Diabetes, el 9,8 % de las embarazadas presenta diabetes gestacional. Por lo general, aparece en la segunda mitad del período gestacional y algunas mujeres tienen más riesgo de desarrollarla. Uno de los principales factores de riesgo es el antecedente de haber presentado diabetes gestacional en un embarazo previo, ya que se da una elevada tasa de recurrencia. Otros factores de riesgo son la edad, particularmente a partir de los 30 años, el sobrepeso u obesidad…
Cuando pensamos en este importante factor, lo que se pone en jaque es nuestra propia forma de alimentarnos. Por eso, es necesario empezar por ver cómo comemos nosotros. La alimentación complementaria no es solo meterse comida en la boca, sino que es un proceso psicoafectivo que se construye en relación a y con otros. Ningún bebé come solo, es decir, en soledad. Un bebé se gestiona la comida por sí mismo desde el momento en que nace, pero lo hace sobre el cuerpo de su madre o de su cuidador primario. Nacemos con toda la capacidad biológica de arrastrarnos hasta el pezón materno y poder realizar, sin intervención, la primera prendida al pecho. Si un bebé recién nacido tiene esta capacidad, un bebé de seis meses es ya un experto en comer y su cuerpo está perfectamente preparado para realizar esta transición. Entonces, una cosa es la comensalidad y otra…
Al momento de buscar un bebé y durante la gestación, esta afección del sistema inmunitario puede originar algunos problemas. Tanto el embarazo como la búsqueda del mismo suponen una etapa importante en la vida de todas las familias. Durante este periodo la salud, sobre todo de la persona gestante, se convierte en una prioridad y la dieta adquiere un papel fundamental, debido a las exigencias nutricionales del proceso. En el caso de las mujeres que sufren enfermedad celíaca, el control de su dieta es esencial. Los especialistas aseguran que esta afección puede causar infertilidad y aumenta las posibilidades de complicaciones durante el embarazo. ¿Cómo puede afectar la enfermedad celíaca a la fertilidad? Las mujeres diagnosticadas con enfermedad celíaca, y que siguen correctamente la dieta sin gluten, no ven alterada su fertilidad. Sin embargo, aquellas que no cumplen estrictamente con la dieta o que todavía no han sido diagnosticadas y que,…
Cuando pensamos en este importante factor, lo que se pone en jaque es nuestra propia forma de alimentarnos. Por eso, es necesario empezar por ver cómo comemos nosotros. La alimentación complementaria no es solo meterse comida en la boca, sino que es un proceso psicoafectivo que se construye en relación a y con otros. Ningún bebé come solo, es decir, en soledad. Un bebé se gestiona la comida por sí mismo desde el momento en que nace, pero lo hace sobre el cuerpo de su madre o de su cuidador primario. Nacemos con toda la capacidad biológica de arrastrarnos hasta el pezón materno y poder realizar, sin intervención, la primera prendida al pecho. Si un bebé recién nacido tiene esta capacidad, un bebé de seis meses es ya un experto en comer y su cuerpo está perfectamente preparado para realizar esta transición. Entonces, una cosa es la comensalidad y otra…
Existen momentos en los que los bebés parecen no estar satisfechos con el pecho, pero a no preocuparse: forma parte del ciclo natural del amamantamiento. Es sabido que la producción de leche en la mamá se regula mediante la demanda del bebé; cuanto más mame mayor producción. Durante los primeros días de vida, los recién nacidos suelen realizar tomas muy frecuentes (entre 8 y 12). En las semanas siguientes, comienzan a alternar períodos de menor demanda con periodos en los que el bebé pide mamar más veces. Poco a poco y durante las primeras semanas, se van organizando las tomas en un ritmo más pausado, junto con otros momentos en los que el bebé quiere tomar más veces, adecuándose la producción de leche a la demanda del niño. Sin embargo y aunque todo transcurra sin inconvenientes, existen fases en las que los bebés parecen no estar satisfechos con el pecho.…
Es una de las complicaciones más habituales de la lactancia y también una de las más fastidiosas. La lactancia es un maravilloso momento de conexión emocional entre la mamá y su bebé, pero no siempre es tan idílico como parece. Una de las “culpables” son las llamadas perlas de leche. A simple vista, se observa en el pezón un punto blanco, pequeño, brillante y nacarado, una especie de ampolla que se infla cuando el bebé mama y se desinfla después. Al tiempo se convierte en un pellejo blanquecino y luego en una costra que termina desprendiéndose. El proceso dura aproximadamente una semana y en ese lapso la zona duele bastante; se siente una quemazón tan aguda como penetrante que dificulta la lactancia. Los puntos blancos o perlas de leche son obstrucciones que se producen en el final de los conductos mamarios. A simple vista se observa que son más pequeñas…
La mayoría de los bebés alimentados con leche materna están sanos y crecen a un ritmo normal. Sin embargo, conviene estar atentos a algunos parámetros. Un motivo frecuente de preocupación para los papás es si el recién nacido baja de peso, pero a no afligirse. En la mayoría de los casos, todos pierden peso durante los primeros tres y cinco días de vida y lo recuperan siete o diez días después del alumbramiento. Es una de las razones por las que, luego del parto y durante la estancia del bebé en el hospital, los profesionales de la salud vigilan la instauración de la lactancia y la evolución del peso. Pero este control no se termina con el alta médica. Es conveniente que a las 48-72 horas del alta, el bebé sea valorado por los especialistas para comprobar el desarrollo, sobre todo en aquellos que muestren una pérdida superior al 7…
Cuando la lactancia es a demanda y si el agarre es correcto, la cantidad de leche producida se adapta a las necesidades del bebé. Una duda habitual en casi todas las mamás es si serán capaces o no de producir la cantidad de leche que precisa su bebé. Habitualmente casi todas las mujeres tienen una producción óptima para sus hijos, pero en algunas situaciones cuando esto no ocurre puede entorpecer el crecimiento del bebé. La falta de leche existe y hay madres que no consiguen mantener una lactancia materna exclusiva. Muchas buscan desesperadamente saber por qué ocurre esto y no siempre encuentran las respuestas. Es difícil identificar la causa de la baja producción de leche. Entre los factores más comunes se encuentran los cambios hormonales en el organismo de la madre; también puede generarse debido a que los bebés no se agarran bien al pecho o tardan demasiado en mamar;…
Todos los pechos son aptos para amamantar. Sin embargo, cuando el pezón se retrae hacia adentro el proceso puede dificultarse. ¿Qué se puede hacer? La lactancia debería ser un momento de disfrute, placer y desarrollo del vínculo entre la mamá y su bebé, pero no siempre resulta tan sencillo. La mayoría de las mujeres tienen pezones que se desplazan apenas hacia adelante cuando están en reposo y se hacen más prominentes al estimularlos. Esto favorece el agarre del bebé. No obstante, algunas mujeres presentan pezones planos o invertidos que pueden interferir el agarre y que, a veces, necesitan un poco más de paciencia hasta lograr amamantar con éxito. ¿Cuáles son los síntomas? El pezón plano es aquél que, a pesar de la estimulación, apenas cambia su configuración mientras que el invertido (retráctil) tiene en estado de reposo forma de ombligo y se hunde dentro de la areola cuando se estimula. ¿Qué…