Al momento de buscar un bebé y durante la gestación, esta afección del sistema inmunitario puede originar algunos problemas.
Tanto el embarazo como la búsqueda del mismo suponen una etapa importante en la vida de todas las familias. Durante este periodo la salud, sobre todo de la persona gestante, se convierte en una prioridad y la dieta adquiere un papel fundamental, debido a las exigencias nutricionales del proceso.
En el caso de las mujeres que sufren enfermedad celíaca, el control de su dieta es esencial. Los especialistas aseguran que esta afección puede causar infertilidad y aumenta las posibilidades de complicaciones durante el embarazo.
¿Cómo puede afectar la enfermedad celíaca a la fertilidad?
Las mujeres diagnosticadas con enfermedad celíaca, y que siguen correctamente la dieta sin gluten, no ven alterada su fertilidad. Sin embargo, aquellas que no cumplen estrictamente con la dieta o que todavía no han sido diagnosticadas y que, por tanto, consumen habitualmente gluten, sí que pueden ver afectada su fertilidad.
Esto se debe a que en los pacientes celíacos la ingesta de gluten induce la formación de anticuerpos que destruyen las vellosidades de la pared intestinal. La lesión de estas vellosidades impide la correcta absorción de vitaminas y minerales.
Algunos nutrientes, como el zinc, hierro y vitamina B12, son indispensables para la síntesis de las hormonas que regulan el ciclo menstrual y la implantación del embrión en el endometrio. Por tanto, su malabsorción y déficit pueden estar relacionados con la aparición de amenorrea (ausencia de menstruación) y una mayor dificultad para la concepción.
Además, los anticuerpos que se generan durante el desarrollo de la enfermedad no solo destruyen el epitelio intestinal, sino que también pueden dañar la placenta. Si este órgano no cumple correctamente sus funciones, el embrión no puede desarrollarse de forma adecuada y aumenta el riesgo de aborto.
¿Es posible padecer esta patología y no saberlo?
En ocasiones, algunas mujeres descubren que sufren esta enfermedad cuando intentan quedarse embarazadas. Cuando investigan a qué puede deberse la dificultad para concebir o cuál es la causa de sufrir abortos de repetición, descubren que presentan ciertas carencias nutricionales. Cuando estas son evaluadas por el especialista correcto, ponen de manifiesto la existencia de enfermedad celíaca.
¿Cómo debe ser la dieta de una embarazada con esta enfermedad?
La alimentación de estas mujeres debe ser igual a la de cualquier otra persona con enfermedad celíaca, es decir, necesita excluir de su dieta cualquier alimento que contenga gluten. También deberá tener cuidado con los posibles contactos cruzados, es decir, cuando el contacto con el gluten se produce a través de utensilios y menaje de cocina.
Además, al igual que el resto de las gestantes, deberá seguir otras recomendaciones básicas como aumentar el consumo de hierro, calcio, ácido fólico, yodo y zinc.
De todas formas, será su especialista quien indique a cada paciente cuál será la dieta que necesita seguir para asegurar que se adquieran los nutrientes correctos.
¿Eliminar el gluten de la dieta puede provocar carencias nutricionales?
El gluten es una proteína que carece de valor nutricional y no aporta ningún nutriente esencial para la madre ni para el bebé. De hecho, si una mamá que padece la enfermedad celíaca ingiere gluten podría verse comprometida la absorción de las vitaminas y minerales esenciales para el desarrollo del feto. Sin embargo, en caso de que la madre no sea celíaca, no existe ningún motivo por el que deba eliminar el gluten de su dieta.
¿Cómo influye la enfermedad celíaca a la madre y al bebe durante la lactancia?
Este es un tema que genera dudas y también cierto debate, por lo que aquí te dejamos algunas consideraciones:
- No hay estudios que demuestren que el gluten consumido por una madre no celíaca se transmita al bebe a través de la leche materna.
- Si la madre ha sido diagnosticada con EC, no debe consumir gluten de ninguna manera.
¿El bebé puede nacer también con la enfermedad?
El desarrollo de la enfermedad celíaca está ligado a una predisposición genética. Sin embargo, el recién nacido no tendrá un diagnóstico de EC hasta que no se determine su reacción al consumo de gluten y presente manifestaciones clínicas. Esto no será posible hasta que no hayan sido introducidos los cereales en su alimentación.
Fuente. Federación de Asociaciones de Celíacos de España – FACE