Con la intención de jugar, a veces realizamos con el bebé movimientos bruscos que pueden ser muy riesgosos.

El adulto está pasando un maravilloso momento con el bebé. Lo “revolea” por los aires y las carcajadas de felicidad del niño resuenan por toda la casa. Alguien advierte que tenga cuidado, que mejor cambiar de actividad y recibe por respuesta “tranquilo, no pasa nada”. Pero pasa, un mal cálculo, un imprevisto y la familia termina en la guardia pediátrica.

Aunque parezcan inofensivos algunos movimientos cotidianos son muy riesgosos para nuestro bebé. Para evitar lesiones es preciso atender estos criterios que nos indica el pediatra Federico Díaz (MP. 232337):

  • Si vas a levantar al bebé no hacerlo tirando de sus brazos ya que esto puede generarle una luxación en el codo o en el hombro. Siempre a la hora de levantarlo hay que tomarlo de su torso para así hacerlo en forma segura.
  • No sacudir nunca y bajo ningún punto de vista al bebé. Si lo hacemos puede llegar a provocar complicaciones cervicales,  lesiones oftalmológicas  y también cerebrales.
  • Aunque consideremos que es un juego que lo divierte nunca “revolear” o lanzar al bebé unos segundos al aire. Es muy peligroso por las posibles lesiones que pueda provocar. Lo mejor será mecer al bebé con suavidad.
  • Tampoco tomarlo de los brazos o manos para hacerlo girar. Este movimiento puede originarle lesiones en el codo o en el hombro. Si se quiere jugar a esto hay que tomarlo debajo de las axilas.

Estos movimientos suelen ocurrir en la vida diaria de muchas familias y a veces no se toma en cuenta el riesgo que implican por las lesiones que provocan. Por eso, si vemos que alguien los realiza también será necesario indicarle los riesgos que conllevan e incluso pedirle que no lo haga más. Divertirse con los chicos es un gran plan, pero siempre evitando peligros innecesarios para que el juego termine bien y no en una guardia pediátrica.

Siempre podés escribirle en su cuenta de Instagram @elpediatra_fede

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