Victoria Cornejo es cantante y acordeonista de “La fanfarria del Capitán” y nos cuenta cómo fue estar de gira con un hijo de seis años y embarazada de siete meses.

Cuando en 2017, Victoria Cornejo y La fanfarria del Capitán decidieron lanzar el video de Bella Ciao, no imaginaban que se convertiría en un exitazo.  El clásico italiano sirvió de cortina para el exitazo global de la serie La casa de papel y esto se convirtió en el espaldarazo que la banda necesitaba para consolidar su presencia tanto en el viejo continente como en América Latina. La banda comenzó una gira por seis países europeos -Alemania, República Checa, Eslovenia, Bélgica, Holanda y Austria- dando conciertos y con Victoria embarazada de siete meses. Esta fue su experiencia.

“Soy la cantante y acordeonista de La fanfarria del Capitán y con mi banda comenzamos una gira por Europa, daríamos 33 conciertos en 2 meses y medio. Era mucho trabajo pero además embarazada de 7 meses, sin embargo estaba muy contenta de poderlo hacer. 

Antes de salir de viaje me pregunté cómo iba a hacer para viajar y estar embarazada, mi primer embarazo lo hice todo en mi casa muy tranquila. Pero teníamos ese gran deseo de salir después de un año y medio de no tocar, de no hacer lo que amamos. Hace 10 años que giramos con la banda por todo el mundo y en un momento dije, bueno, cambiar de aire, tomarlo tranquilo, tratar de hacerlo relajadamente y ahorrar energía en todo lo que se pueda. Así lo hice, por ejemplo: somos seis en el equipo, seis músicos y un organizador y no hice nada de fuerza, no cargué nada, no manejaba, en otros viajes tuve más actividad, pero esta vez solamente daba los conciertos y después viajar además de estar también con mi hijo de 6 años que viaja con nosotros y que también requiere bastante trabajo. 

Creo que requiere más atención el niño, que la gira porque hay que estar atenta a todas sus necesidades y también a sus necesidades emocionales que son más importantes que cuando era bebé, que era suficiente estar con mamá y papá y ahora no. El desafío más grande también es ese, estar de viaje con un niño y una panza, una no puede descansar cuando tiene ganas si no también cuando la posibilidad lo permite. Pero, estoy muy contenta porque puede hacerlo y lo más importante, cuidé al bebé 

Cuando anunciamos que nos íbamos de gira, nuestros amigos y familiares en un principio no estuvieron de acuerdo. Se los veía algo asustados pero al comprobar que nos estábamos organizando bien, que estábamos haciendo todos los controles y que teníamos una agenda, no digo tranquila por cantidad de conciertos pero sí de ruta, se atenuaron los miedos. Cuando empezaron a ver que todo estaba organizado, que tocaríamos solo los fines de semana, que habían muchas oportunidades de trabajo y de hacer más proyectos acá se entusiasmaron y nos apoyaron.

Con el tema de la pandemia aprendimos que lo importante es ser flexible. Por suerte es la hija número dos, creo que si fuera el primero tendría más miedo, esta vez confié más en lo que la vida marcaría.

Una cosa graciosa que nos pasó fue que en medio de República Checa, a 200 km de Praga perdimos las llaves de la furgoneta donde viajábamos y con todos los instrumentos. Con Gero, mi compañero y el guitarrista de la banda teníamos que darnos la vacuna. Nos aplicamos la vacuna en Berlín y teníamos que volver a darnos la segunda dosis y si no se nos perdía la fecha y no sabíamos cuándo la íbamos a tener. Y así, cada uno de los músicos tenía compromisos, que tenían que volver al día siguiente y teníamos la furgoneta parada, sin llaves, así que tuvimos que viajar todos de emergencia, sin pasaporte, con la poca plata que teníamos a cada destino, cada uno de los chicos a su ciudad de origen.

 Finalmente encontramos las llaves originales que estaba en una de las bolsas de los instrumentos. Fue muy estresante toda la situación, nosotros nos tuvimos que tomar, Gero, Galy y yo, 12 horas de viaje en seis trenes por medio de República Checa. Nos perdimos, nos bajamos mal en una estación que se llamaba igual a otra, pero finalmente llegamos, pudimos darnos la vacuna, apareció la llave y todo fue una linda aventura. 

Después de eso quedé bastante cansada, me quedó el cuerpo  dolorido. Pero tuve una semanita para descansar en Berlín que valió la pena. Si nos pasan cosas en la ruta, cómo siempre, que son las vicisitudes de estar de gira, y se le suma el estar embarazada y hay que tomarlas con un poco de humor. Si es sólo un tema de logística y dinero no es tan grave. 

Para los controles prenatales, nos fuimos después de la semana 22, con lo cual habíamos hecho toda las ecografías más importantes antes. Además consulté con mi obstetra que me entregó como un deadline y me dijo que hasta la semana 31 no hacía falta hacer otros controles ya que todos habían salido bien, así que son 2 meses de nada, de misterio. El bebé se movía y yo me sentía bien así que en ese sentido estábamos tranquilos. Sacamos un seguro de viajero de embarazadas así que también estaba cómoda con eso, con que cualquier cosa que pasaría contaba con asistencia médica, y después, lo normal, tratar de hacer todo suavemente para no cansarme mucho.

Mi primer embarazo lo pasé en casa, muy tranquila, sin mucho movimiento, y el segundo lo paso en esta esta gira, recorriendo 6 países: Es intenso pero lo prefiero a haberme quedado en casa en el invierno porque  es energía, es vida y es amor que también recibís del público. Es nuestro trabajo y lo tenía que hacer. Pero no solo por eso, también porque lo disfruto mucho, y porque me da mucha alegría y creo que eso también es saludable para el bebé, ir viviendo cuidadosamente lo que me hace feliz, y a través de mi felicidad poder transmitírsela al bebe. 

Por eso me animo a animar a todas las mamás embarazadas a seguir con su deseo, hace muy bien.

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