La reanimación cardiopulmonar (RCP) salva vidas, por eso es importante que cualquier persona conozca la técnica.
Hace poco tiempo trascendió un video donde se ve cómo dos oficiales del municipio bonaerense de San Miguel socorren a una mujer y salvan a su bebe de un año y tres meses al practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) luego de que se ahogara. En la filmación captada por la cámara de seguridad del móvil se ve la desesperación de la mamá pero también como luego de que la policía Laura Pagani practica las maniobras de reanimación sin parar, la bebé reacciona. Situaciones como esta nos demuestra que es muy importante que cualquier persona y no solo los profesionales de la salud conozca cómo realizar una RCP, porque en caso de una paro cardiorrespiratorio el riesgo de que el bebé sufra secuelas es muy alto.
Cuando un bebé entra en paro cardiorrespiratorio, su corazón como sus pulmones dejan de funcionar. “El bebé no respira, está inconsciente y la piel sufre cambios tanto en color como en temperatura empezando con colores pálidos pasando luego a colores más oscuros como azules, grises y la temperatura de la piel va a estar más fría de lo habitual”, explica Federico Díaz, médico pediatra (MP 232337 y continúa “No vamos a ver que ese bebé respira, -fácilmente se puede apreciar viendo como se le mueve la pancita- y si nosotros buscamos los pulsos tampoco los vamos a encontrar. En el caso de los bebés, como su cuerpo es más chiquito que el de un niño, un adolescente o una persona adulta, los pulsos los tenemos que buscar principalmente en dos lugares: sus brazos y sus piernas. También si uno apoya la mano en su pecho sentirá como late su corazón si es que está latiendo y funcionando”. Pero si nos encontramos con que el bebé está inconsciente, que no responde a estímulos, que su piel está distinta, no vemos movimientos respiratorios y tampoco sentimos el pulso, podemos decir que ese bebé está en paro cardiorrespiratorio y tenemos que actuar en forma inmediata.
¿Cómo se hace?
La maniobra de RCP consta de hacer compresiones en el pecho y respiraciones de la persona en paro. En el caso de los bebés, la boca del adulto que lo socorre tapa la boca y la nariz del bebé y comienzas las insuflaciones. Es muy importante la boca esté bien pegada a la cara del bebé para que el aire no se escape por los costados. Para que esto sea así, es importante que la cabeza del bebé esté alineada con el resto del cuerpo. Es decir que no tiene que estar ni flexionada ni extendida, tiene que estar alineada. Es importante sostener la frente de ese bebé como también la pera para mantener a la boca bien abierta y la cabeza bien firme.
“La boca del adulto tiene que estar en extremo contacto con la cara del bebé tapando tanto la nariz como boca y luego siguen las compresiones que se van a realizar entre la línea que une los dos pezones del bebé y la línea media del pecho. En la cruz, que se forma entre estas dos líneas, es donde se debe realizar la compresión”, explica Díaz.
La compresión se puede realizar tanto con la técnica de los dos dedos (cuando usamos el dedo índice y el dedo mayor) o la de los dos pulgares (cuando usamos los pulgares de ambas manos). Si usamos la técnica de los dos dedos, una mano sostiene al bebé ya sea desde la cabeza o desde el brazo o desde donde el adulto se sienta más cómodo. Se ejerce la fuerza con la punta de sus dedos en el sector mencionado y se realizan 30 compresiones.
En el caso de usar los dos pulgares, con el resto de los dedos se abraza el torso del bebé y con la punta de los pulgares se aplica la fuerza sobre el pecho. Son treinta compresiones que tienen que tener una cierta frecuencia para simular la frecuencia cardíaca normal del bebé que es entre cien y ciento veinte latidos por minuto. Es importante mantener un ritmo similar al ritmo que tiene la canción “La Macarena” o la canción de los Bee Gees “Stayin´Alive” que todos conocemos.
Se realizan treinta compresiones y dos ventilaciones, treinta compresiones y dos ventilaciones. Las maniobras se realizan cinco veces y es lo que se llama un ciclo. Cuando termina ese primer ciclo es el momento en el que, si el adulto está solo, llama a la ambulancia. Cuando se termina el primer ciclo hay que chequear los signos vitales para ver si el bebé logró recuperarse, saliendo del paro. Lo sabremos porque emite algún sonido, se nota un cambio en la temperatura de la piel, vuelve el pulso o empieza a respirar. “Puede ser que no aparezcan todos juntos, aparecen de a poco pero cualquier indicio que tenga ese bebé ya es suficiente como para dejar de hacer RCP y controlarlo, porque la posibilidad de que vuelva a entrar en paro también existe, esperando a que llegue la ambulancia con el servicio de médicos para hacerse cargo de la situación”, detalla Díaz.
La fuerza que se debe hacer para presionar en el pecho y hundir de forma efectiva es de aproximadamente de 1 a 2 traveses de dedo, si nosotros vemos que esol ocurre, la fuerza está bien realizada.
Es muy importante es que la compresión sea rápida y volver también al punto de inicio, así el corazón tiene la posibilidad de volver a cargar con sangre. Con la compresión podrá expulsar la sangre, principalmente a la cabeza del bebé y al mismo corazón que necesita mantener esa sangre para que en caso de salir del paro, no tenga secuelas que puedan llegar a traer complicaciones.
“Ojalá nunca las familias tengan que pasar por una situación así. Pero si ocurre realmente es algo muy importante que todas las personas sepan cómo actuar y realizar RCP para poder darle la posibilidad a ese bebé de seguir viviendo” concluye nuestro pediatra por eso, ayudanos a difundir esta nota y este video.
En este video, Federico Díaz te muestra como hacer RCP
En estas situaciones dramáticas muchas personas se paralizan, por eso es fundamental mantener la calma y actuar con rapidez.
Si estás con otra persona que puede ayudar:
Dale una orden precisa y clara mirándole a los ojos, señalándolo con el dedo.
Si sabés el nombre, decilo, de esa forma esa persona se hará cargo de esa orden que vos le estés dando (por ejemplo, llamar a una ambulancia).
Para más información podés escribirle en su cuenta de Instagram @elpediatra_fede