Esta práctica favorece el sueño de los bebés y logra siestas más largas y profundas

Al momento de dormir la siesta algunos bebés se inquietan y “rechazan” hacerlo en su cuna. La situación puede dejar intranquilos a sus papás o las personas que los cuidan. Pero atención a no desesperar porque ante la pregunta ¿Te cuesta hacer dormir a tu bebé la siesta en la cuna? La pediatra Sol Segura Matos (MP 140.644) nos responde: “Es normal y esperable porque los bebés necesitan del contacto y cercanía con sus papás para dormir. Esto pasa porque nacen sumamente inmaduros” y asegura que “por eso el porteo es de gran ayuda”. La cercanía corporal, la sensación de contención y el balanceo al moverse tienen un efecto tranquilizador sobre el bebé y lo ayudan a que logre el sueño con calma y sin angustia.

Para que el porteo sea el adecuado, Segura Matos indica que “debe ser ergonómico”. Pero sobre todo la especialista enfatiza con humor que no hay que quedarse dormido con el bebé encima ni tampoco “ir a correr una maratón, manejar el auto, hacer un asado o ponerse a hacer abdominales”. Lo importante es “disfrutar de ese momento”.

Está comprobado que el porteo tiene múltiples beneficios 

Para el bebé:

Le da tranquilidad. Se sienten protegidos, seguros.

Ayuda a regular de forma eficaz su temperatura.

Mejora la calidad del sueño.

 Brinda mayor bienestar físico.

 Mejor la adaptación al entorno.

 Potencia el apego seguro.

 Disminuye el llanto.

 Favorece la lactancia materna.

 Protege el desarrollo de la espalda y cadera.

 Previene las plagiocefalias (deformaciones en la cabeza).

Para las mamás, papás u otros cuidadores:

 Permiten que tengan las manos libres.

 Brinda mayor libertad de desplazamiento.

 Mejora la atención que se le brinda a los hermanos mayores.

 Ayuda en la depresión postparto.

El correcto

Al momento de elegir el elemento de porteo adecuado hay que tener en cuenta que no debe estar confeccionado en tela rígida o preformado. Se debe adaptar al cuerpo del bebé como una segunda piel pero también la fisiología y la anatomía del adulto que lo llevará. Al elegir el portabebé hay que tener en cuenta la altura, la tensión sobre el cuerpo del bebé, la posición general y, sobre todo, cuidar que ni su nariz y boca se encuentren obstruidas.

Los papás que elijan nuestros productos de porteo deben saber que ofrecemos lo mejor para su bebé. Los fulares los confeccionamos con tela de algodón peinado elástico. Esto favorece la posición ergonómica del bebé, porque es la tela la que se adapta mejor a su forma. Pero además, el papá o mamá que lo lleva mantiene una postura correcta. La espalda queda recta lo que evita lesiones en la columna y disminuye los dolores de espalda.

Los fulares se pueden utilizar desde el nacimiento del bebé hasta los 6 meses (aproximadamente entre los 8 o 9 kg). La medida es de 4,60 metros de largo y 45 cm de ancho lo que lo hace super adaptable. Tampoco es complicado lavarlos, como casi toda la ropa del bebé solo precisa agua fría y jabón neutro.

Los que elijan la mochila portabebé deberán tener en cuenta que el bebé ya tiene que poder sentarse solito para poder utilizarla, esto ocurre porque la tela utilizada es de polyester por lo que es más rígida.  Para evitar posibles dolores de espalda en el adulto que la lleva, la mochila posee una faja tipo de trabajo que lo protegerá. Las correas de hombros son acolchadas y a su vez combinadas con tela airmesh. Esto brinda una sensación de comodidad y calidez. Por otro lado, el diseño y el material con el que se realizaron la faja y las correas de hombros permiten distribuir el peso de manera uniforme. 

Para proteger al bebé del sol o darle privacidad a su mamá cuando lo amamante, la mochila cuenta con una capucha desmontable que cumple las dos funciones sin inconvenientes. El porteo es una experiencia hermosa y única y nosotros estamos convencidos de que nuestros productos ayudan a hacerla todavía mejor.

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