Ya se sabe que durante el embarazo es fundamental llevar una buena alimentación: variada y saludable. Es que la mala nutrición materna (con déficit de nutrientes críticos como hierro, ácido fólico, calcio, y zinc) afecta el buen desarrollo del bebé; algunas secuelas posibles son un menor crecimiento fetal y un consecuente bajo peso al nacer. En casos agudos puede comprometer el desarrollo cerebral. Pero las dudas más frecuentes en torno al tema nutricional se relacionan con los alimentos y bebidas permitidas durante este periodo.

“Básicamente hay que excluir todos aquellos alimentos crudos, mal cocidos o mal lavados que puedan ser transmisores de parásitos o bacterias que causan enfermedades”, señala la licenciada en Nutrición Analia Moreiro.

Entre lo más polémico figura el sushi, sin embargo, según aclara la especialista “no hay ningún estudio científico que avale la prohibición del sushi, pero si tenemos en cuenta los problemas que puede llegar a ocasionar la comida cruda, deberemos despedirnos por unos meses de los nigiris de salmón y el sashimi”.

Ahora sí, una guía con los alimentos a los que hay que sacarle tarjeta roja:

-Carne cruda o poco cocida:

Si la carne no pasa por un método de cocción que supere los 100 grados centígrados corre el riesgo de contener bacterias o parásitos nocivos para el ser humano. El toxoplasma gondii es uno de los más comunes, se encuentra en las heces de los gatos y puede contaminar a otros animales o plantas. Si la carne se expone a altas temperaturas o muy bajas (congelación a 20 grados bajo cero) el toxoplasma se destruye.

-Huevo crudo, pasado por agua o frito:

Si el huevo no está bien cocido o no fue pasteurizado se corre el riesgo de contraer salmonelosis. La Salmonella es una bacteria presente en el intestino de los animales sobre todo de las aves, esta bacteria se destruye por calor, de ahí la importancia de que el huevo esté bien cocido.

-Quesos o embutidos caseros:
Deben evitarse los fiambres, patés, embutidos y quesos caseros debido a que no fueron pasteurizados y pueden contener bacterias como la Listeriosis. Esta bacteria suele encontrarse en la leche no pasteurizada y en los productos elaborados con ella como también en los fiambres o embutidos mal curados.

-Verduras mal lavadas:
 
Si vamos a consumir vegetales fuera de casa, que sea en un lugar confiable y que cumpla con todas las medidas de higiene necesarias. La toxoplasmosis es una afección que suele contraerse a través de verduras crudas. Lo correcto es lavarlas muy bien y en lo posible agregar unas gotitas de lavandina al agua.

Asesoró:
Lic. Analía Moreiro.

http://www.analiamoreiro.com/
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