Momento clave del crecimiento ¿Cuándo los chicos están listos para dejarlos? ¿Cómo acompañar este proceso? ¿Qué ideas pueden ayudar y qué es bueno saber? 

Se sienta, gatea, come, camina, habla, deja el chupete. Los primeros años de crianza son una sucesión de novedades y sorpresas que evidencian el crecimiento del bebé. Y, en esa aventura de crecer, uno de los momentos -también muy esperado por los papás y las mamás- es cuando sus hijos dejan de usar pañales. Se termina una etapa de bolso, óleo calcáreo y comienza otra de mayor independencia. Algunas pistas para acompañar y guiar en este momento clave.

Un aprendizaje que varía en cada cultura y en cada niño. “El control de esfínteres es un proceso complejo. No es una pauta madurativa que se adquiere como con un botón de encendido o apagado. En nuestra cultura se produce entre los 2 y los 4 años, y para cada niño es independiente, no todos los chicos van a tener la misma evolución en el mismo momento”, explica Julieta Citra, Médica asociada del Servicio de Clínica Pediátrica del Departamento de Pediatría del Hospital Italiano.

Estar atentos. El punto de partida

“¿Qué les decimos a los papás y las mamás en la consulta de control de salud? Para darnos cuenta si están iniciando el proceso del control de esfínteres, les preguntamos si ya les molesta el pañal cuando está sucio, o si se dan cuenta y piden el cambio de pañales, si demuestran interés en el tema, tienen inquietudes sobre qué va uno a hacer uno al baño o para qué sirve el inodoro, la pelela.”

“Primero los chicos comienzan a avisar cuando ya están sucios, se dan cuenta de que se hicieron. Después tienen la posibilidad de avisar cuando están aguantando: ¡tengo que ir al baño rápido! A veces llegan, a veces no. En esa transición se ubica este proceso. Y, por último, van a poder anticiparse y avisar que quieren ir al baño”, destaca. 

“Hay chicos que todavía no hablan en forma correcta a los dos años o dicen palabras sueltas pero pueden señalar o decir pis, para poder avisar que se están haciendo o quieren ir al baño.”

Los pañales se dejan en otoño, invierno, primavera y verano

 “Muchas veces uno suele escuchar que aprovechamos el veranito y le sacamos los pañales. Y este es un mito, una conveniencia del adulto. Es un proceso que va avanzando de manera gradual como una trayectoria, como un camino que es complejo y único”. Aclara y explica que “Hay una frase que se hizo viral y usan muchos pediatras que los pañales no se sacan sino que se dejan dándole autonomía y protagonismo a los chicos y no dejándoles el control a los padres de cuándo iniciar este proceso.”

Ideas que pueden ayudar 

-La pelela desde antes, para hacerse amigos. “No todos la usan, pero en caso de tenerla, debería estar un momento antes de que comience el control de esfínteres más que nada para tomarla como propia, jugar con ella, jugar hasta vestidos, con muñecos.”

-Jugar, probar, experimentar. “Se puede poner el pañal sucio en la pelela y mostrarle al chico que ahí va la materia fecal o tomar la materia fecal o la orina que está en la pelela y después tirarla al inodoro, dejar correr el agua para mostrar que se va, saludarla.”

-Imitando a los mayores. “Si en casa hay hermanos, primos más grandes que ya realicen el control de esfínteres, es importante que ellos los vean y puedan imitar esta situación.” 

-Ni exigentes ni ansiosos. “El rol del adulto tiene el desafío de acompañar y de respetar los tiempos de cada niño y niña, no hay que ponerse ni muy exigentes ni muy ansiosos porque puede haber escapes, puede haber accidentes, es esperable que los haya. Cuando esto ocurre, de ninguna manera están avalados los castigos, los reproches.”

-Puede fallar. “Volver a poner el pañal no es una contradicción, en un proceso uno a veces puede tener avances y retrocesos. A pesar de eso se sigue avanzando.”

-Que todos hablemos el mismo lenguaje. Tenemos que ponernos de acuerdo entre los adultos primero: si le decimos pis y caca, que no venga un abuelo y le diga popó porque no va a entender.

-¿Pañales secos cuando duermen? “Por ejemplo, si hay una siesta o quizás de noche se despiertan con el pañal seco varios días seguidos puede ser que nos estén dando señales de que fisiológicamente y neurológicamente la vejiga está madura y está empezando a poder contener volumen de orina.”

Una vez que empezamos
Para finalizar, la doctora Citra repasa algunos conceptos que pueden ser útiles para quienes ya estén transitando el proceso con su hijo o hija.

El refuerzo positivo. “Siempre es beneficioso que uno le haga notar que hicieron esto bien. Además adquieren mayor autonomía cuando se dan cuenta que pueden contener y decidir cuándo hacer pis, cuándo aguantar.”

Cuando no hay avances. “A veces puede pasar que no hay avances en este control o se le pasa el pis, y uno puede postergar el entrenamiento por dos o tres meses y volver a probar. Ahí habrá que apoyar y acompañar, el mensaje debería ser “todavía no estamos preparados, respeto tu tiempo; si ayer pudiste estar sin pañal pero hoy lo necesitas, te lo pongo. Más adelante lo podremos dejar”   

¿Cómo es el control de los esfínteres? “Primero se adquiere el control diurno de orina. El control de materia fecal se adquiere casi al mismo tiempo o -a veces- hasta un poquito antes. El control nocturno merece un capítulo aparte. No se lo considera un problema si no se logra hasta los 5 años en las niñas o hasta los 6 en los varones. Es un proceso que a veces puede tardar meses y hasta años lograr madurar del todo.”

Fuente: Hospital Italiano

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