Tras una cesárea, en el útero queda una cicatriz que hace que este sea más débil. Es importante saber cuánto tiempo necesitamos esperar para buscar un nuevo embarazo.  

La cesárea es la intervención quirúrgica que se realiza para extraer al bebé cuando el parto vaginal no es posible. Esto puede ocurrir por diferentes causas: problemas médicos de la madre, del bebé, complicaciones en el momento del parto, y en ocasiones, por una decisión personal de la futura mamá. 

Hay casos en los que la cesárea es programada, y otros en los que se realiza de manera urgente, ante un riesgo inmediato para la salud de la mamá o del bebé. Habitualmente la cicatriz es horizontal y la cesárea segmentaria, pero existen casos en los que la incisión en el vientre es vertical. 

A la hora de decidir una cesárea es importante saber que esta tiene consecuencias en los embarazos futuros y conocer también en qué puede afectar a las siguientes gestaciones. Tras realizar la cirugía, en el útero queda una cicatriz que supone un punto más débil en su pared. Por esto es preciso dejar pasar el tiempo adecuado hasta someter de nuevo a este órgano al crecimiento que se produce durante el embarazo.

Durante la gestación que sigue a una cesárea, el obstetra es quien deberá controlar la pared del útero mediante las ecografías y hacer un seguimiento a lo largo de la gestación del grosor de la cicatriz. Es recomendable también evaluarla antes de buscar el siguiente embarazo.

Actualmente también tenemos evidencia de que, en ocasiones, la posibilidad de una nueva gestación es un poco menor tras haber tenido una cesárea.

La cicatrización del útero es independiente de cómo sea la de la piel o del aspecto que pueda tener el vientre al pasar los meses desde el parto. Los cuidados postoperatorios son fundamentales para la recuperación correcta, tanto del abdomen como del resto del cuerpo.

Tiempo al tiempo

¿Cuándo los especialistas consideran que es demasiado pronto para quedar embarazada tras una cesárea? La cicatrización del útero depende de muchos factores: la anatomía previa, la cirugía, la forma de cicatrización de cada mujer, entre otros. Por eso es crucial, antes de buscar un nuevo embarazo, que el útero sea analizado mediante ecografía para descartar problemas en la cicatriz uterina.

Por norma general, se recomienda no buscar embarazo hasta pasado un año desde la cesárea. Pero este tiempo puede requerir prolongarse en los casos donde se observa que la pared uterina sigue siendo débil, si se ve líquido en la zona de cicatrización (istmocele), o en casos de patología materna.

Si se desea buscar un embarazo pronto, se puede realizar una valoración inicial a los seis meses de realizar la cesárea para programar con tranquilidad la siguiente gestación.

Riesgos en una segunda cesárea

Los riesgos obstétricos asociados a tener una cesárea anterior son la rotura uterina (ya que el útero que ha pasado por una cesárea tiene una zona más débil). Cuanto más reciente sea esta intervención, mayor será el riesgo de tener una rotura uterina y las cifras lo demuestran: 5 % en aquellas mujeres que hayan tenido menos de 18 meses entre cesárea y cesárea; 2 % cuando el tiempo es entre 18 y 23 meses; 1 % cuando han pasado más de 24 meses.

También hay un riesgo mayor de tener placenta acreta (que se adhiere profundamente a las paredes uterinas), placenta previa (que cubre la abertura del útero), así como de parto pretérmino.

Tras una primera intervención, existe un riesgo mayor de que el segundo parto sea también de esta manera. Esto depende de la razón por la que se realizó la primera cesárea (por ejemplo, si la primera cesárea fue porque el feto estaba presentado de nalgas, y el segundo embarazo cursa con un feto en cefálica, puede ser posible un parto vaginal). Dependerá también de la evolución del embarazo y del tamaño del bebé. Y, por supuesto, dependerá de si la mamá desea tener un parto vaginal o prefiere tener directamente una cesárea programada.

¿Existe un número máximo de cesáreas?

No es recomendable realizar más de tres cesáreas, ya que con cada nuevo embarazo aumenta el riesgo de complicaciones. Con cada nueva cesárea el útero es más débil, ya que la cicatriz se realiza siempre en el mismo lugar.

De nuevo, es importante recalcar que cada mujer es diferente, y esta recomendación general puede variar según cada paciente. Deberá ser el obstetra o el ginecólogo el que evalúe si es recomendable o no volver a tener embarazo, pensando tanto en el bien de la madre como del futuro bebé.

Fuente: Cristina Gavilán, ginecóloga en Instituto Bernabeu

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