Aunque esta acción se repetirá cientos de veces, la primera será inolvidable. Sugerencias y cuidados para una primera experiencia que se convertirá en rutina.

El primer baño del recién nacido, para los papás primerizos puede ser un momento tan emocionante como temido. Para los papás más experimentados no habrá temores pero sí se conservará la emoción. El primer contacto con el agua generará en el bebé una reacción entre curiosa y temerosa. Por eso es clave que el primer baño del bebé sea una experiencia en la que papás y bebés logren relajarse y disfrutar el momento.

“Mientras tenga el cordón umbilical lo aconsejable es no bañar ni mojar al bebé. Hasta que el cordón caiga se le puede pasar una gasa embebida en alcohol y cuando se cae ya se lo puede bañar todos los días”, explica Federico Díaz, médico pediatra (MP 23233). Pasados los dos a tres días de la caída del cordón umbilical llegará el momento de bañar a nuestro bebé por primera vez.

A muchos bebés les encanta el primer contacto con el agua porque les recuerda al ambiente en el que se desarrollaron en el útero materno, pero otros se largan a llorar con desconsuelo ante una sensación que perciben extraña y nueva. Por eso, según los especialistas hay que hablarles y sonreírles todo el tiempo para lograr que la experiencia les resulte lo más placentera posible.

La temperatura del agua debe ser agradable al tacto. Para saber si está templada se aconseja que alguno de los adultos introduzca su codo en la bañera. Si se quiere ser más exactos, se puede utilizar un termómetro que debe marcar entre 32 y 34 C. La temperatura ambiente también es importante y debe ser de aproximadamente 25 C.

La bañera debe llenarse con alrededor de 15 centímetros de agua. Si se excede esta medida, el bebé puede correr algún tipo de riesgo, ya que es muy pequeño y, además, no está familiarizado con el proceso.

Antes de iniciar el baño, será necesario controlar que todo lo que se vaya a necesitar se encuentre cerca de la bañera. Una vez en el agua no se puede dejar ni un segundo solo al bebé por eso es importante tener todo a mano y a una distancia alcanzable.

Una vez en el agua, toda la atención debe estar centrada en el bebé, por lo que será necesario alejar teléfonos celulares o elementos que puedan distraernos.

¡Al agua!

Una vez que todo el ambiente está preparado, se debe introducir lentamente al pequeño en el agua. Así, el proceso será menos traumático que si se lo hace de forma rápida. Al principio puede ser que no les guste mucho, pero después se divierten.

Los movimientos deben ser suaves y delicados. Para que se sienta cómodo hay que tener calma, ya que él percibe nuestro estado.

Se debe sostener al bebé con un brazo y con el otro, bañarlo. En todo momento evitar los movimientos bruscos para que no se asuste y se ponga a llorar.

El momento de lavarles la cabeza es algo que el bebé no suele disfrutar tanto. Será necesario mantenerlo en posición horizontal, apoyando su cabeza en el hueco de nuestro brazo. Después con mucha delicadeza y suavidad, enjabonarle la cabeza.

El baño debe ser de corta duración para que se vaya acostumbrando de a poco al agua.

Cuando termina, sacarlo de la bañera con mucho cuidado y envolverlo con una toalla. Lo mejor será colocarla sobre nuestro pecho y sujetarla con el mentón. Envolverlo y colocarlo sobre el cambiador. Secarlo con suavidad, sin frotar poniendo especial atención a los pliegues de su piel. 

Los talcos y colonias no son recomendables. Si lo bebés tienen una descamación de la piel, se puede usar vaselina líquida.

Lo ideal es que, ya que los recién nacidos se relajan con el agua, después de esto se los alimente y se vayan a dormir. El bebé dormirá feliz y nosotros habremos atesorado un recuerdo que durará para siempre.

Bañeras y toallas, aliadas indispensables

El baño del bebé debe realizarse en una bañera especial para él y colocada sobre una superficie alta con el fin de garantizar el control que tendremos sobre su cuerpo.

La bañera de Carestino es apta para el recién nacido, ya que incluye un asiento reductor que ayuda con su cuidado y ofrece seguridad durante el baño. Además incluye un tapón térmico que cambia de color a transparente para indicar el nivel correcto de temperatura del agua.
Para facilitar su guardado es plegable. Sus patas cuentan con material antideslizante que aseguran una correcta posición y estabilidad sobre el piso, brindando seguridad al momento de usarla en superficies mojadas.

Al momento de secar al bebé, las toallas con capucha son las más prácticas. En nuestra web podés encontrar nuestras toallas confeccionadas en tela 100% algodón. La parte externa de la capucha cuenta con un diseño delicado de tela pique que ayuda a proteger la cabeza del bebé del frío y evita los temibles enfriamientos.

Avatar photo
Autor

1 Comment

  1. Avatar photo

    Hola, por casualidad tienen ropita para niñito un año y medio?

Escriba un Comentario