Los integrantes de La Bomba de Tiempo conversaron con nosotros y nos cuentan la importancia del ritmo en la infancia.
En los seres humanos sentir el ritmo es algo muy natural. A los chicos le encanta producir sonidos y escucharlos. A través de ellos logran desarrollar su creatividad y encuentran una forma de expresarse. Entre algunos papás existe la creencia que la música es “un don” y que “seguir el ritmo” si no se cuenta con determinada percepción musical resulta imposible. Sin embargo, no es así. De todo esto y mucho más conversamos con María Bergamaschi y Luciano Larocca, ambos integran La Bomba de Tiempo, un grupo de percusión que practica la improvisación a partir de un sistema de más de 70 señas, con las que un director conduce a los músicos en escena. En su espectáculo Dale Ritmo proponen explorar el ritmo desde tres perspectivas diferentes: el cuerpo, la voz y la percusión.
– ¿Todos los chicos tienen “ritmo” o es algo que se adquiere?
– María Bergamaschi: Todos los chicos y las chicas tienen ritmo. Desde la vida intrauterina las personas tenemos ritmo. Sentir y escuchar el propio corazón desde que empieza a latir, y luego la poliritmia del corazón propio y el de la madre, es un verdadero caudal rítmico que incorporamos energéticamente, y que está grabado en nuestra memoria.
– ¿Qué pasa cuando notamos que un chico por más esfuerzo que ponga no tiene ritmo? ¿Cómo lo estimulamos?
– MB: Hay que dar tiempo a los procesos de aprendizajes. A los nenes y a las nenas que les cueste un poquito más “seguir un ritmo determinado” hay que acompañarlos pedagógicamente con paciencia y amor, si somos docentes. Si somos madres/ padres, con escuchar músicas distintas en casa, ya es un gran estímulo.
– ¿Qué ejercicios para trabajar el ritmo podemos hacer en nuestras casas?
– Luciano Larocca: Como dijimos antes es importante trabajar el ritmo desde el cuerpo, la voz y también con instrumentos que existan en casa como los “cotidiófonos” (que son elementos de uso cotidiano que transformamos en instrumentos).
Cantarle a un bebé, ayudándolo a mover sus manitos aplaudiendo, cantándole canciones a upa y bailando o caminando al ritmo de esa canción. Leyéndole cuentos que tengan relación con la música. Por ejemplo, hay muchos y muy lindos de Mariana Baggio.
Luego van creciendo y podemos jugar copiando. Podemos cantar frases rítmicas y jugar a repetirlas en distintas velocidades; tocar frases y reproducirlas en la mesa. Podemos jugar a adivinar canciones haciendo el ritmo de la letra sobre cualquier superficie que suene distinta. Las ollas son un poco ruidosas pero también hay muchos recipientes de plástico y alguna cuchara de madera que siempre ayudan a armar una verdadera batería de cocina.
– Dentro de la enseñanza musical, el ritmo ocupa un papel fundamental ¿por qué?
– LL: El ritmo es en grupo. El ritmo es para acompañar cualquier situación musical o cotidiana y eso implica una escucha atenta y poder estar compartiendo, estar presente. En este sentido el ritmo colabora a experimentar un montón de habilidades emocionales y sociales que son esenciales para cualquier persona.
El ritmo es un pasamanos del que todos nos podemos sujetar para sentir que en red nos sentimos mejor porque no hay nada más fuerte, duradero y hermoso que los logros grupales.
– En Dale ritmo, exploran el ritmo desde el cuerpo, la voz y la percusión. ¿Por qué este abordaje?
– MB: Porque es así como ha nacido la música como expresión humana, cantando, bailando y percutiendo, desde nuestros orígenes como humanidad. Y este trinomio perfecto nos permite disfrutar y aprender música de una manera orgánica y saludable.
– ¿Por qué los chicos se enganchan con esta propuesta?
– MB: Porque es una propuesta lúdica, divertida, que los involucra en cada instancia de aprendizaje, que los hace participes necesarios de un colectivo musical que se armará entre todos y todas, donde la participación de cada niño y niña es fundamental, y donde podrán disfrutar y vivenciar con libertad lo que deseen hacer.
– Dónde y cuándo podemos ver Dale ritmo. ¿Con qué nos vamos a encontrar?
– LL: Dale Ritmo no es un show que se ve, es una experiencia participativa donde los niños y niñas de a partir de 6 años van a atravesar una serie de talleres donde vivenciar el ritmo desde tres aspectos esenciales como lo son el cuerpo, la voz y la percusión, que se nutren el uno del otro. En ese proceso los participantes van a poder desinhibirse, compartir y aprender los recursos para poder compartir un cierre musical entre más de 200 niños y niñas que con sus tambores, sus voces y sus cuerpos nos harán vibrar junto a los tambores de La Bomba en un cierre que promete ser algo inolvidable que llevarán siempre en sus corazones.
Dale Ritmo sucederá los martes 19 y 26 de julio a partir de las 14h en Ciudad Cultural Konex. Las entradas ya están a la venta y a apurarse que quedan pocas.



