Te contamos cómo se puede abordar este trastorno, si desaparece solo y cuándo consultar al pediatra.
En la Argentina, el 15 % de los chicos que tienen cinco años no controlan sus esfínteres durante la noche y mojan la cama. A este trastorno se lo denomina enuresis y es el pasaje de orina involuntario durante el sueño más allá de los cinco años, periodo en el que el control de esfínteres debería ser logrado.
Si bien la enuresis no es una enfermedad y tarde o temprano todos la superan, convivir con ella después de los seis años puede ser complejo para la familia y muy especialmente para el niño. Algunos chicos pueden sentirse avergonzados por despertar mojados y sin poder controlarlo. Cuando los invitan a dormir en la casa de un amigo o ir a un campamento temen que eso les suceda, ya que les provoca mucha vergüenza y desconcierto por no poder controlarlo.
“Desde que Fede, mi hijo, dejó los pañales, y hasta casi los diez años, no logró superar los seis meses sin amanecer con la cama mojada. Jamás lo retamos y cuando eso le sucedía -aunque era una incomodidad- simplemente cambiábamos las sábanas, minimizando lo que había ocurrido. Su hermano, que solía molestarlo con otros temas cotidianos, nunca se burló de esa incontinencia. Cuando empezaron a invitarlo a pijamadas, avisábamos a la familia que Fede podía tener algún episodio de escape nocturno. No solo nos entendían sino que jamás le cancelaron invitaciones”, relata Natalia Fernández López, docente y mamá de Fede y Juan.
Lo que le ocurría a Fede se denomina enuresis primaria. Esta ocurre cuando el niño se orina de noche, pero durante el día controla esfínteres. ¿Es un problema común? Sí, es muy común y así lo confirman estos datos de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP):
- A la edad de seis años, 10 de cada 100 chicos sanos mojan la cama.
- A los 12 años, 3 de cada 100 chicos mojan la cama.
- A los 18 años, 1 de cada 100 chicos se sigue mojando.
La pregunta que se hacen todos los papás es: este trastorno ¿puede desaparecer solo? La respuesta es sí. A partir de los seis años, 15 de cada 100 niños enuréticos dejan de mojarse espontáneamente. Sin embargo, no es posible saber el momento exacto. Por eso debemos tranquilizar al niño mientras se hacen las consultas médicas pertinentes.
Otra duda que suelen plantear las familias es si se trata de un problema hereditario. Según la información que brinda la SAP, la probabilidad de cada hijo de ser enurético es del 44 % si un padre lo fue y de 77 % si lo fueron ambos. Es muy raro que no haya algún familiar con el problema (tío, abuela, primo, etc.) no siempre declarado.
En cuanto a las causas no hay una sino que es multifactorial. Además de la carga genética puede existir una producción de orina nocturna superior a la capacidad que el niño tolera o una vejiga pequeña incapaz de retener un volumen urinario normal. Además puede deberse a un trastorno del sueño y del despertar o a un retraso madurativo que impide el reconocimiento al llenado y contracción de la vejiga durante el sueño.
Lo ideal es que al entrar al primario, el niño haya superado el problema. Pero si eso no ocurrió, alrededor de los cinco años es una edad adecuada para hacer la primera consulta. El pediatra realizará un interrogatorio detallado y un examen físico completo. De esta manera se podrá evaluar si esto se debe a una enfermedad que requiera un tratamiento especial o si se trata de una enuresis primaria.
El médico o el urólogo infantil en general pedirá que la familia registre en un calendario los días que amanece mojado; en una planilla (cartilla miccional) el horario en que se moja; si lo hace una o más veces por noche; si moja solo el pijama o también sábana, frazada, colchón; si se despierta después de mojarse; cuántas veces y en qué cantidad orina durante el día. De acuerdo a los resultados, se indicarán o no más estudios. En general es el mismo niño el que pide que se lo ayude de distintas maneras y suele coincidir con el comienzo de la escuela y la mayor exposición social.
¿Cuál es el tratamiento?
Existen una serie de medidas generales que pueden resultar útiles:
- Explicar al niño de modo sencillo lo antes mencionado.
- Evitar que beba durante las dos o tres horas previas a acostarse.
- En la cena ofrecer agua o soda y evitar gaseosas o jugos.
- No cenar alimentos con mucho contenido líquido (por ejemplo sopa).
- Tratar de que el niño no coma alimentos muy salados o muy dulces de noche así no tendrá sed.
- Intentar de que haya un intervalo de al menos una hora entre la cena y el momento que se acueste.
- Incentivarlo a vaciar la vejiga antes de ir a la cama.
- Procurar que no duerma más de 10 horas seguidas.
- Facilitarle el acceso al baño mediante alguna forma de iluminación.
- Jamás olvidar que el niño no puede controlar lo que le sucede, por eso debe ser acompañado para que no sienta culpa o vergüenza. Nunca se lo debe castigar, retar o burlarse porque moja la cama. Es importante que las familias sean tolerantes y que expresen la alegría frente a las noches secas y no manifiesten disgusto frente a las mojadas.
¿Hay medicamentos para la enuresis? El tratamiento comienza con las medidas generales, a menos que se detecte una enfermedad. En tal caso, el tratamiento correspondiente será indicado por el médico. Existen medicamentos para la enuresis primaria pero solo un médico los puede indicar.
Tengo un niño de 10 años que se hace pis de manera intermitente, más frecuente en invierno ya que pasa de unos 3 escapes al més en verano a casi diario en invierno. En verano no le pongo pañal, pero más o menos de octubre a junio se lo vuelvo a poner, aunque muchas veces con ellos también se moja. Actuó adecuadamente?