Preguntas y respuestas claves sobre esta patología, que nos pueden ayudar a identificar a la conocida “enfermedad de los niños”.

La llegada del frío provoca que aumenten los casos de infecciones respiratorias agudas. En los menores de dos años, la bronquiolitis es una de las más frecuentes y su periodo de mayor circulación es de abril a septiembre. Es una enfermedad de fácil contagio y se transmite de persona a persona por el contacto directo con secreciones nasales. Por eso es necesario estar informados y para saber cómo actuar, los pediatras del Hospital Alemán nos guían con este cuestionario.

¿Qué es?

La bronquiolitis es una inflamación difusa y aguda de las vías aéreas inferiores, de naturaleza infecciosa, expresada clínicamente por obstrucción de la vía aérea pequeña.  (Consenso IRAB. SAP)

Epidemiología:

  • Es más frecuente en lactantes menores de 2 años, especialmente menores de 6 meses. Predomina en los meses de otoño-invierno.
  • Menos del 3% de los bebés sin factores de riesgo requieren internación.
  • La situación es distinta cuando existen factores de riesgo ya que pueden complicar la evolución de los pacientes.

Agentes causales más frecuentes:

  • Virus Sincicial respiratorio (70%, más frecuente en invierno)
  • Influenza (más frecuente en otoño)
  • Parainfluenza
  • Adenovirus
  • Rinovirus
  • Metaneumovirus

Para tener en cuenta:

  • Existe una incidencia estacional que dura aproximadamente 12 semanas.
  • Se da con mayor frecuencia entre los 2 y 6 meses de edad y el 80% de los casos son durante el primer año de vida.
  • El 50% de los niños menores de 2 años padecen 2 infecciones.

¿Cómo se contagia?

Durante el período invernal, las bajas temperaturas hacen que los niños contraigan con más facilidad las enfermedades respiratorias como la bronquiolitis. Les brindamos una serie de consejos a tener en cuenta para cuidar la salud de los niños.

Los virus se contagian por secreciones respiratorias, a veces impulsadas por la tos y estornudos

¿Cuáles son sus síntomas?

  • Secreción, congestión nasal, tos
  • Fiebre
  • Respiración acelerada (taquipnea), hundimiento o retracción de la piel entre las costillas, respiración ruidosa, y silbido en el pecho (sibilancias)
  • Apneas (pausas en la respiración provocadas por la infección). Son más frecuentes cuanto menor es la edad de los niños
  • Dificultad para alimentarse o conciliar el sueño.

Grupos de riesgo para Infección respiratoria aguda:

  • Prematurez
  • Menor de 3 meses de edad
  • Enfermedad pulmonar crónica
  • Displasia broncopulmonar
  • Hipertensión pulmonar
  • Cardiopatía congénita
  • Desnutrido severo
  • Inmunodeficiencia primaria. secundaria
  • Enfermedad metabólica-neurológica. (Estos son los niños que deben consultar sin demora)

Estudios complementarios

En la gran mayoría de estos pacientes no es necesario realizar estudios. Las radiografías están indicadas solo cuando exista una duda diagnóstica o sospecha de complicación. El estudio que determina el virus en secreciones nasofaringeas queda reservado a estudios epidemiológicos y se indica mayormente en pacientes internados.

¿Cómo es el tratamiento?

La base del tratamiento son las medidas de sostén, ya que no hay un tratamiento específico para esta enfermedad.

  • Hidratación adecuada
  • Oxígeno según necesidad
  • Otras formas de asistencia respiratoria
  • Kinesiología respiratoria
  • Broncodilatadores como el salbutamol, etc.
  • Corticoides: los corticoides no han demostrado ningún efecto. beneficioso en la evolución clínica de estos pacientes

Y atención, jamás se debe automedicar al niño con descongestivos, jarabes para la tos, expectorantes, mucolíticos, etc. ya que pueden complicar el cuadro.

¿Cómo se previene la infección?

Son muchas las acciones que se pueden implementar:– Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón
– Cubrirse nariz y boca con el pliegue del codo al toser o estornudar
– No exponer a los bebés a personas resfriadas o con tos
– No llevarlos al jardín de infantes resfriados o con tos
– Ventilar los ambientes -no usar sahumerios ni braseros-.
– Mantener en lo posible la lactancia materna
– Tener la vacunación completa para la edad, en especial, la vacuna antigripal
– Desinfectar las superficies que puedan contaminarse como objetos, juguetes, perillas de puertas, etc.
– Evitar la exposición al tabaquismo en todas sus formas. Tanto el tabaquismo pasivo (fumar en la misma habitación), en otras habitaciones o afuera del hogar, son riesgosas para los adultos y niños (tabaquismo de segunda y tercera mano).

Si tu hijo presenta tos, respiración rápida o dificultosa, se agita, dificultad para alimentarse y/o dormir, cambios de coloración de la piel debe consultar precozmente a su médico de cabecera.

Fuente: www.hospitalaleman.org.ar/bebes-ninos/bronquiolitis/

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