Programar un largo trayecto con niños pequeños puede resultar tan estresante como atemorizante. Algunas claves para que ese viaje sea agradable y seguro para todos.

Llegan las vacaciones y las familias buscan esos destinos que reúnan las condiciones perfectas de descanso y bienestar. Organizar un viaje de varias horas en auto y con niños pequeños puede resultar desalentador para llegar a ese destino que se soñó. Sin embargo con algunos recaudos y claves ese viaje puede ser parte de las vacaciones.

“Viajar es una situación estresante no solo para los adultos, también para los chicos. Por eso es importante que antes de emprender la travesía, los papás los tranquilicen contándoles todo acerca de lo que realizarán: a dónde van, cuánto durará el viaje y qué pueden hacer durante el trayecto. Estimular su interés por el destino mostrándole, por ejemplo, fotos o videos en internet. Esos datos no solo sirven para bajar su ansiedad, también los involucra en el proyecto y comprenden qué sucede con todos las ‘corridas’ que hay a su alrededor”, señala Analía Gonzalez, psicopedagoga.

Realizar un largo trayecto en auto tampoco es un gran plan para los chicos que no se cansan de expresarlo con la temida pregunta ¿falta mucho para llegar? Por eso, en la valija hay que encargarse de incluir mucha paciencia, capacidad para improvisar, poco nivel de dramatismo y la certeza que se pasarán unas lindas vacaciones. 

Es importante planificar bien la ruta para que el viaje en auto transcurra sin grandes sobresaltos. Algunos padres prefieren viajar de noche para que los niños duerman durante todo el viaje y otros dividen el recorrido en varias etapas para que sea más llevadero. 

Los especialistas aconsejan detenerse cada dos o tres horas o apenas se noten síntomas de irritabilidad, cansancio o expresen deseos de ir al baño. Lo ideal es detenerse en lugares abiertos, limpios, sin malezas para que los chicos puedan caminar, correr un poco y gastar energía sin riesgos.

Es importante llevar agua embotellada y ofrecérselas continuamente. Los chicos sufren más el calor y pueden deshidratarse con mayor facilidad. También es práctico llevar alimentos porque siempre hay riesgo de no encontrar un sitio apropiado para comer en el camino. Conviene descartar lácteos porque el calor los descompone. Para los lactantes que no toman pecho, la mamadera debe prepararse en el momento antes de dársela.

Bebé a bordo

Es imprescindible llevar a mano ropa de recambio y pañales suficientes. Si bien es más sencillo parar a comprar en caso de necesidad, no es lo más cómodo. No olvidar las toallitas húmedas y, por supuesto, es esencial que llevar un antitérmico y un termómetro por si aparece fiebre. 

Vestirlo con ropa adecuada es fundamental para asegurar que el bebé no sienta molestias. Evitar la lana, el exceso de abrigo y la ropa demasiado fina. El pequeño puede experimentar calor o frío e, incluso, pueden molestarle los amarres de la silla sobre su piel.

Lo ideal es viajar en coche cuando el bebé hace la siesta. En caso de que no te moleste conducir por la noche, puede ser otra buena opción.

Viaje entretenido

Para amenizar el trayecto habrá que organizar algunas actividades. Se puede programar música que ellos conozcan y otra más tranquila que los ayude a dormir un rato. No hay que olvidarse de llevar ese muñeco o el objeto que usan para dormir.

Dibujar no será posible por el movimiento del auto, por eso lo mejor es elegir juguetes que sean fáciles de manipular y no impliquen riesgos.

Se pueden improvisar juegos como el veo veo, nombrar los colores de los autos que aparecen o los animales que se ven. 

Seguridad en cuatro ruedas

Los menores de 10 años deben viajar en el asiento trasero del automóvil, correctamente sujetos.

Tené en cuenta que chocar a 50 km por hora, llevando en brazos a un niño de 20 kg, equivale a caer con él desde un tercer piso.

Por lo tanto, lo mejor es que, además de ir en el asiento de atrás, los chicos vayan sujetos por medio de un sistema de retención infantil (SRI).

  • Los menores de 15 meses y de hasta 13 kg deben ir mirando hacia atrás, hasta el peso o altura máxima que tolere el sistema de retención infantil.
  • Los mayores de 15 meses y de hasta 13 kg deben viajar con el SRI, mirando hacia adelante.
  • Los niños en edad escolar o que sobrepasen el tamaño del SRI, pueden viajar sujetados con el cinturón de seguridad, pero se debe adaptar el asiento con un almohadón para que se ajuste al cuerpo del niño correctamente.

Carestino ofrece seis modelos de butacas para el auto: Verona, Berlín, Moscú, Tokio, Montreal y Vancouver. Todas proporcionan un excelente confort gracias a sus reductores acolchados y cabezal regulable en diferentes alturas. Cuentan con un regulador de altura de respaldo para ajustarse al crecimiento del niño. Poseen cinturón de seguridad de 5 puntos con apertura y cierre de hebilla central, que sujeta hombros y cadera del niño de manera rápida y segura. Además, cada arnés es regulable y cuenta con almohadillas acolchadas para lograr un ajuste cómodo y adecuado para el niño.

Entre las características particulares, la butaca Vancouver y la Montreal poseen un sistema de giro de 360º, lo cual facilita la colocación y retirada del niño en la butaca, brindándole también mayor comodidad a los padres.

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