Con la noticia de la llegada de un bebé a la familia también llegan las apuestas. ¿Sera nene? ¿Nena? ¿Tendrá mis ojos? ¿La boca del abuelo? ¿La tranquilidad de la tía? Y así, infinidad de curiosidades. Aunque… No hay dudas de que lo primero que pedimos es que nuestro hijo/a en camino sea sano, y después saber el sexo. 

Si alguna vez escuchaste que es posible elegir el sexo de tu bebé, la ciencia tiene la respuesta a tus preguntas. En esta nota, te contamos los métodos caseros y avalados por la comunidad científica que pueden ser de gran ayuda si queremos tener un hijo/a de sexo masculino o femenino. 


La licenciada en biotecnología, Yesica Espasadin nos cuenta que no hay un método 100% efectivo que nos garantice la elección del sexo de nuestro bebé porque, para la ciencia, las posibilidades son de entre un 50 y 50 por ciento. 

El proceso tiene que ver con el cromosoma que llevan los espermatozoides, ya que los óvulos siempre son cromosoma X: si un espermatozoide cromosoma X se combina con un óvulo X, se forma una niña, pero si el cromosoma espermatozoide Y se une a un óvulo X, se llega a un varón.

Entonces… ¿Se puede elegir o no? A simple vista, no. Pero hay técnicas que nos podrían ayudar a torcer la balanza hacia nuestras preferencias. Te explicamos una por una:

  • El calendario: es la más conocida y tiene que ver, como su nombre lo indica, con el calendario del ciclo femenino. En caso de que queramos una nena, lo ideal es tener relaciones dias antes de la fecha de ovulación, pero si queremos un nene puede ser durante o después de esos días. 

La especialista explica que no es un mito de la abuela y que tiene su aval científico: “los espermatozoides portadores del cromosoma X, que son los que darán una niña, son más pesados y más lentos que los que tienen el cromosoma Y, pero viven más tiempo; en una carrera por llegar al óvulo entre un X y un Y lo más probable es que gane el Y, ya que es más rápido”.

Es necesario que la futura mamá esté atenta a sus días fértiles y controle su regularidad. En caso de no serlo, es aconsejable visitar al ginecólogo/a para estar más segura del ciclo.

  • Posiciones: mientras que buscamos al bebé, los encuentros sexuales también pueden influir. Según la licenciada, las posiciones que sean de penetración más profunda son recomendadas en el caso de que se desee un varón porque los espermatozoides son más rápidos y se encuentran con el óvulo sin necesidad de sobrevivir mucho tiempo.

En el caso de la niña, se debe optar por las posiciones en las que la penetración no es tan profunda para que los espermatozoides de cromosoma Y no alcance tan rápido al óvulo y que el X pueda llegar primero.

  • Método Baretta: la dieta alimentaria también es un factor clave. Este método lo creó una bioquímica argentina que recetó una serie de minerales para consumir durante al menos tres meses antes de la búsqueda del nuevo integrante. 
  • Los platos a base de pan, legumbres, pescados y carnes son grandes fuentes de sodio y potasio que son recomendados en caso de querer un nene.
  • Las frutas cítricas, las verduras verdes, leche y sus derivados, cereales y frutos secos en cantidad son necesarios para cuando se busca a una nena.

Sobre esto, la científica explica que “hay que consumir variado siempre y más durante el embarazo, pero hay ciertos minerales que modifican el moco cervical, es decir, el medio conductor de los espermatozoides hasta su encuentro con el óvulo”.

  • El placer: ¡Es un factor importante! Según Espasandin, en el caso de desear una niña, la mujer no debería tener un orgasmo hasta después de la eyaculación porque las contracciones uterinas empujan los espermatozoides para que lleguen al óvulo y los Y corren con ventaja. En cambio, para buscar a un niño, tendremos que aplicar lo contrario: que el orgasmo se alcance previo a la eyaculación. 
  • La frecuencia de las relaciones sexuales: la cantidad de veces ¡también hay que tenerlas en cuenta! Por deducciones científicas, la menor cantidad de semen favorece el sexo femenino del bebé, por lo que si buscamos una nena, los encuentros sexuales deben ser frecuentes. Por el contrario, para que el bebé sea un nene, se recomienda que en la pareja haya abstinencia sexual antes de la ovulación.

¿Cuál elegimos?

Lo cierto es que no podemos estar pendientes de cumplir exclusivamente un método u otro para lograr elegir el sexo de nuestro bebé, ya que no se disfrutaría del encuentro con la pareja y la preocupación excesiva no es recomendable para esta linda etapa de la vida.

La licenciada explica que ninguna de estas opciones son del todo efectivas, pero que si queremos intentar ponerlas a prueba podemos hacer un “rejunte de todas”, excepto, claro, la que trata sobre el orgasmo.

“Lo importante y fundamental es disfrutar de la relación, de la pareja, ese otro con el que se comparte y se tiene el deseo de formar una familia”, agrega la médica.

Entonces… ¡A jugar sin obsesionarse!  Un nuevo integrante será bienvenido sin importar el sexo en que se haya concebido, así que relajate y disfruta de tu pareja y sus planes a futuro. 

¿Qué opinas de las opciones?

Fuente: 

Lic. y Dra. Yesica Espasadin

Licenciada en biotecnología y doctora en medicina.

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