Más pequeños que un bebé nacido a término son más susceptibles a infecciones. Algunas sugerencias para organizar su nuevo entorno.
El embarazo transcurre bien, sin embargo en el último tramo puede surgir algún inconveniente y algunos bebés nacen antes de tiempo. Llegar a casa con un bebé de menor peso que los que nacen a término puede asustar, sobre todo a las familias primerizas. Pero estos pequeños son muy fuertes y solo necesitamos algunas precauciones para acompañar su evolución.
Mantener al bebe calentito, pero no demasiado
Los bebés por debajo de los 2 kilos tienen dificultad para defenderse de las temperaturas extremas. Todavía no cuentan con mucho tejido graso. No pueden tiritar o transpirar eficientemente como para ganar o perder calor. Una temperatura ambiente media entre 21° y 24° es suficiente. Algo que puede ayudarnos a chequear la temperatura ideal es un termómetro de pared, no son muy caros y se venden en las ópticas.
En las épocas de frío los especialistas sugieren lo siguiente:
– Como los bebés pierden calor por la cabeza, sería conveniente que, por un tiempo, usen gorro.
– La ropa de dormir debe cubrir los piecitos.
– Mantener al bebé lejos de las corrientes de aire y del aire acondicionado, no colocar el moisés o la cuna debajo de una ventana, ya que en esos lugares suelen haber filtraciones de aire.
-Realizar el baño en la habitación más calurosa de la casa, posiblemente un baño o una cocina con un calefactor eléctrico. Cuando es aún muy chiquito, no son necesarios los baños totales diarios.
También se debe evitar vestir demasiado o sobrecalentar al bebé, ya que si esto sucede el niño debe hacer un esfuerzo para disminuir su temperatura corporal y podría causarle pausas respiratorias (apneas).
Un medio ambiente sano
Es imprescindible no fumar alrededor del bebé. Se debe ser muy tajante con esta norma porque los niños expuestos al humo tienen una mayor incidencia de infecciones respiratorias y otros trastornos.
Tratar de mantener la habitación libre de polvo. Siempre que sea posible, es bueno que el bebé pase a otro lugar de la casa (calefaccionada previamente cuando hace frío), mientras ventilan el lugar donde el niño pasa la mayor parte del día.
Se sugiere no pulverizar con aerosoles desinfectantes.
Toda persona que vaya a tocar o alimentar al bebé debe lavarse las manos, con jabón común. También se puede utilizar alcohol o gel sanitizante al 65% (matan un 99,9% de las bacterias de las manos en 30 segundos, y matan entre un 99,99% y un 99,999% de la bacterias en un minuto) .
Para lavarse las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol se recomienda:
- Aplicar el producto en la palma de una mano.
- Frotar las manos entre sí.
- Restregar el producto sobre todas las superficies de las manos y los dedos hasta que se sequen.
Si alguna persona que convive con el bebé se enferma, el bebé tiene posibilidades de contagiarse; algunas enfermedades son inevitables.
Es preferible que las mascotas permanezcan lejos del bebé por un tiempo, lo que no significa echarlas de la casa.
Si utilizan mamaderas, la esterilización de las mismas se puede hacer colocándolas en agua hirviendo durante 15 minutos, luego se las retira con una pinza y se las deja secar sobre toalla de papel limpia, para guardarlas luego, dentro de la heladera.
Puede suceder que por razones personales, como puede ser la vuelta de la mamá al trabajo, el bebé necesite concurrir a una guardería. Será importante conversar con el pediatra de cabecera la mejor forma de encaminar esta nueva etapa.
Recibir visitas y salidas
Las visitas sanas pueden entrar en la casa; pero tratar de evitar el contacto con el bebé, para disminuir los riesgos de infección y/o evitar la sobreestimulación.
En cuanto a las salidas, se lo saca cuando tuvieron el alta hospitalaria y cuando regresen a los controles pediátricos. Es prudente evitar las multitudes y los lugares en donde tengan poco control sobre la exposición del bebé a los gérmenes y al humo del cigarrillo.
Es importante evitar los cambios bruscos de temperaturas.
En el traslado en auto, el bebé siempre viaja en el asiento trasero. En los bebés prematuros, por su tamaño, la utilización del “huevito” debe ser consultada previamente con el pediatra.
Con estas prevenciones minimizamos el riesgo de algunas complicaciones que pueden surgir y poco a poco nuestro bebé alcanzará todo su potencial. No te pierdas la historia de Gael, un guerrero de la vida:
Fuente: www1.hospitalitaliano.org.ar