Aunque no debería ser un problema, se deben tomar algunas precauciones para evitar sustos.

Ante la posibilidad de un viaje, muchas mujeres se preguntan si abordar un avión durante el primer trimestre del embarazo es seguro para ellas y para sus bebés en desarrollo. Aunque la mayoría de los vuelos no representan un problema, es importante conocer los riesgos y precauciones necesarias para garantizar un viaje seguro y cómodo.

La mayoría de los médicos consideran que viajar en avión durante el primer trimestre del embarazo es seguro, siempre y cuando la mujer no tenga complicaciones médicas previas, como problemas de presión arterial alta o diabetes.

Es importante recordar que viajar en avión no aumenta el riesgo de aborto espontáneo, aunque algunas embarazadas pueden experimentar náuseas o mareos debido a los cambios de presión y altitud.

Si la mujer decide viajar, es recomendable tomar medidas de precaución, como levantarse y caminar por el pasillo de la aeronave con frecuencia, beber suficiente agua y evitar alimentos pesados y picantes que puedan causar malestar estomacal.

También se recomienda, antes de comprar el pasaje aéreo, consultar con el médico de cabecera sobre los posibles riesgos, especialmente si se cursa el primer trimestre. Esto es importante debido a que:

  • El embarazo ya aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos y viajar en avión por largas horas puede aumentarlo aún más.
  • La presión atmosférica en el avión es diferente a la que estamos acostumbrados en la tierra y esto puede afectar la circulación sanguínea y el suministro de oxígeno al feto.
  • Durante el vuelo, se está expuesto a una pequeña cantidad de radiación, lo que puede ser preocupante para algunas mujeres embarazadas.

Es importante que las futuras madres hablen con su médico cuando planifican un viaje en avión y consideren los riesgos antes de tomar una decisión. En algunos casos, puede ser recomendable evitar volar durante el embarazo, especialmente durante el primer trimestre.

Aunque volar durante el primer trimestre del embarazo puede ser seguro, pero hay ciertas circunstancias en las que se desaconseja hacerlo.

Por ejemplo, si la mujer embarazada tiene antecedentes de abortos espontáneos o partos prematuros. También se desaconseja volar en casos de embarazo de alto riesgo, como hipertensión; preeclampsia, es decir, presión arterial alta y signos de daño hepático o renal; diabetes gestacional, entre otros. En el caso de trayectos largos o viajes a zonas de altitud elevada siempre se debe consultar la opinión del médico.

Por otra parte, las aerolíneas tienen políticas y recomendaciones para mujeres embarazadas como evitar largos periodos de inactividad, mantenerse hidratadas y usar ropa cómoda. Además, es importante considerar la duración del vuelo y el destino, ya que algunas zonas pueden presentar riesgos para la salud del feto. En general, si se sigue el consejo médico y se toman las medidas adecuadas, viajar en avión durante el primer trimestre del embarazo no debería ser un problema.

Fuente: Centropediatria.es

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