Llegan los días de calor sofocante y nos preguntamos si estos dispositivos son buenos adecuados para nuestros pequeños. La respuesta es sí, pero con ciertas precauciones.
Llega el verano y con él las altas temperaturas. Aunque mucha gente es fan del Team verano, es cierto que con el calor sofocante muchos no la pasan bien. Los chicos, especialmente los recién nacidos y los prematuros, son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura y el calor o el frío los altera: por las noches los despierta, les cuesta conciliar el sueño lo que disminuye su estado de bienestar y aumenta la irritabilidad.
Para dormir, la temperatura ideal son unos 20 o 22 grados; para lograrlo se pueden bajar las persianas durante las horas de más sol y ventilar bien la casa (manteniendo al niño fuera de la corriente).
En cuanto a la humedad, es recomendable que oscile entre un 30 y un 50 por ciento y que haya una buena ventilación en casa.
De cualquier modo, salvo los bebés de pocas semanas, que aún no regulan bien la temperatura corporal, un bebé siente el mismo frío o calor que un adulto. Por ello no es aconsejable cubrirle con capas de ropa “por si acaso”, ya que nos arriesgamos a que sude y se agobie. Si hace mucho calor y no hay corriente lo ideal es refrescarlo con una esponjita húmeda.
Aire acondicionado
En principio no es perjudicial para la salud de los bebés, pero se lo debe utilizar con una serie de precauciones y no abusar.
Aunque haga mucho calor, el aire acondicionado directo resulta bastante agresivo para el bebé. Ya que es más susceptible que un adulto a las variaciones térmicas. Sin embargo, sí se puede poner el aire acondicionado y apagarlo cuando la habitación en la que esté se haya refrescado hasta 20 grados y se lleve al bebé a ella.
Sugerencias:
- Es preferible instalar el aire acondicionado en toda la casa y no solo en alguna habitación. De esta forma evitarás los cambios bruscos de temperatura que puede sufrir el pequeño al pasar de una habitación fresquita a otra que no tiene aire. Estos cambios pueden producirle al bebé un enfriamiento y debilitan su sistema inmunológico.
- Para evitar estos cambios bruscos de temperatura, la diferencia entre el interior de la casa o el coche y el exterior no deben ser muy grandes y en ningún caso superar los 10 grados de diferencia.
- Es conveniente no situar al bebé cerca del aire acondicionado para que el chorro de aire frío no le dé directamente. De esta manera evitaremos enfriamientos que pueden llegar a ser graves
- El aire acondicionado reseca en exceso el ambiente y puede producir escozor o picor de ojos y sequedad o irritación de las mucosas respiratorias. Hay que conseguir que haya cierto grado de humedad en el ambiente. Para ello, puedes utilizar un humidificador, preferentemente de aire frío, un recipiente con agua en el dormitorio en el verano o unos recipientes con agua en el radiador durante el invierno.
- No hay que tener continuamente encendidos el aire y el humidificador. Es importante dejar tiempo para una buena ventilación diaria al aire libre. Si nuestro bebé está durmiendo la siesta en su habitación, es el momento indicado para abrir la ventana del comedor y dejar correr el aire unos minutos.
- Si el aparato de aire tiene filtros incorporados hay que limpiarlos con frecuencia ya que el polen, el polvo, los ácaros y los hongos se acumulan en su interior.
- En verano es recomendable que la casa permanezca en una temperatura cercana a los 24 ° de día. Las temperaturas artificiales excesivas -tanto el frío como el calor- afectan las mucosas respiratorias, facilitan la irritación de las vías aéreas y abren el camino a procesos respiratorios agudos. Durante el primer año de vida, las vías aéreas son muy estrechas y susceptibles a los cambios del medio ambiente, y cualquier infección o irritación puede dificultar la respiración normal.
- Para evitar que el bebé se enfríe en exceso una buena idea es apagar el aire acondicionado a una determinada hora de la noche. Recordemos que la temperatura corporal del bebé baja mientras duerme, así como la temperatura del exterior. Si el aparato tiene temporizador lo mejor será programarlo para que a la hora indicada se apague.
- En niños asmáticos o con patología respiratoria recurrente, consultar con pediatra de cabecera.