La llegada del primer bebé nos provoca alegría, pero también al tenerlo en nuestros brazos surgen algunos temores. Reflexiones que ayudan a afrontarlos.

Osadas o temerosas, confiadas o asustadizas, valientes o tímidas sea cual sea la característica con la que nos identificamos, dicen que toda mamá primeriza conoce nuevos miedos cuando tiene a su primer hijo. Pero “¿Existen los miedos de una mamá primeriza? ¿O son simplemente miedos de una mamá?”, se pregunta y nos pregunta Guadalupe del Canto @saludmentalperinatal, Psicóloga perinatal y especialista en desafíos reproductivos y sigue: “Es importante reflexionar acerca de la idea de que cuando nace un niño, nace una madre. Hay miedos que son frecuentes en la maternidad. A veces se presentan frente a la maternidad por primera vez. Otras veces en la segunda o tercera experiencia”.
Del Canto comparte que “es frecuente en el consultorio escuchar a una mamá decir…‘en mi primer embarazo no me pasó, pero ahora tengo miedo de…‘ o ‘creo que este temor que tengo está relacionado con el hecho de que soy una mamá primeriza‘…y estas dos mamás están hablando del mismo miedo. Tal vez cambia la razón por la que lo tienen.
Podes ser una mamá primeriza…una mamá por cuarta vez…. Hay miedos relacionados a la maternidad.”
Los miedos son tantos que hasta se puede hacer un listado. “Entre los miedos más frecuentes”, señala del Canto “aparecen el miedo por la salud propia o la del bebé, el miedo a no ser una buena madre o a la opinión de los demás, el miedo a malcriarlo, el miedo a perder la independencia o los espacios personales, el miedo a no encontrar un nuevo espacio para la pareja, entre otros”. 

A veces los temores son ante situaciones muy puntuales. Que se ahogue mientras duerme, que no nos alcance la leche para alimentarlo, que se lastime por un accidente doméstico. quién lo cuidará cuando volvamos a trabajar o en casos extremos “si nos pasa algo”. Todos estos temores son lógicos y hasta esperables. La razón es simple. Ninguna persona que ame a otra puede evitar sentir miedo con respecto al sufrimiento del otro y no poder actuar para cuidarlo o protegerlo.

Entonces, cómo podemos hacer para transitarlos de una manera más liviana. “Estar acompañada para transitar esos miedos, encontrar recursos y herramientas para desarmarlos, puede hacer la diferencia. Pueden ser espacios de acompañamiento individual o grupal con otras mamás o con profesionales”, aconseja del Canto. El miedo, el temor siempre estará, lo importante es saber que no solo podemos enfrentarlos también que nuestra capacidad de cuidado y protección es mucho mayor que ellos.

Podés consultar a nuestra especialista en: www.instagram.com/saludmentalperinatal/

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