La diarrea aguda y los vómitos son comunes durante la infancia, al menos eso dicen las estadísticas. De acuerdo con un estudio difundido por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), cada año en el país se detectan un millón de casos de gastroenteritis aguda y la mitad de estos se producen en menores de cinco años.

Qué es

Se trata de “una inflamación del estómago y el intestino, originada generalmente por un agente infeccioso, la mayoría de las veces virus, pudiendo también ser producido por bacterias y parásitos”, explica el Dr. Omar Tabacco, médico Pediatra Gastroenterólogo y vicepresidente
1° de la SAP.

Síntomas

Entre sus síntomas se destacan los dolores abdominales tipo cólico, fiebre, vómitos y diarrea. El principal problema que se presenta es que la pérdida exagerada de líquidos puede conducir a la deshidratación, por eso es importante la consulta oportuna al médico pediatra. Se estima que alrededor del 10% de las internaciones en la primera infancia se deben a este cuadro.

Causas

Son múltiples los virus que la causan, uno de los más famosos es el rotavirus, responsable de 4 de cada 10 internaciones por diarrea aguda en menores de 5 años. La vacuna contra este virus está contemplada en el Programa Nacional de Inmunizaciones, el cual es gratuito y obligatorio, pero también hay otros virus, bacterias y parásitos para los cuales no hay inmunización.

Tratamiento

En cuanto a su tratamiento, se suelen indicar sales de rehidratación oral -que se venden en las farmacias o se entregan en forma gratuita en los centros de salud barriales- las cuales ayudaron a disminuir de forma drástica la mortalidad infantil asociada a esta enfermedad. Vale aclarar que las bebidas que se utilizan para la rehidratación deportiva no están indicadas en estos casos, “estas no son adecuadas para un niño con gastroenteritis, ya que solamente tienen en cuenta las pérdidas de agua y sales producida por la transpiración, que son muy distintas a las causadas por una gastroenteritis”, señalan en la SAP.

Ante un caso de gastroenteritis, los pediatras recomiendan que el bebé permanezca en un lugar fresco ya que la temperatura alta aumenta el riesgo de deshidratación. Continuar la lactancia y suministrar agua mineral de a cucharitas, así la tolerancia es mejor.

Por último, el Dr. Tabacco señala una alerta especial: “En casos de gastroenteritis aguda con deposiciones con sangre, podemos llegar a estar frente a un cuadro de síndrome urémico hemolítico. Este es producido por una bacteria llamada escherichia coli, que tiene la capacidad de desarrollar una toxina que afecta los pequeños vasos del riñón y lleva a producir insuficiencia renal. La principal fuente de contaminación con esta bacteria es la carne de vaca mal cocida”.

Por supuesto, si las heces o los vómitos presentan sangre, hay que consultar al médico, pero esos no son los únicos síntomas de alarma: “Se recomienda la visita al pediatra en menores de dos años y en el resto de los casos si hay fiebre muy elevada que no baja frente a los métodos habituales; también si orina poco, si tiene ojos hundidos o lengua seca, o si rechaza la ingesta y se muestra inapetente”, amplía Mariana Oris, médica pediatra, gastroenteróloga y hepatóloga.

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