Es una de las lesiones cutáneas más comunes en los recién nacidos. Suele manifestarse a través de puntos blancos que desaparecen sin necesidad de tratamiento.
El nombre parece tan complicado que atemoriza: Eritema tóxico neonatal. Es una afección de la piel bastante frecuente, suele afectar a uno de cada tres recién nacidos y generalmente aparece a las pocas horas del nacimiento o pasados unos días o incluso algunas semanas.
Estas erupciones en la piel suelen ser pequeños granitos con un color amarillento o blanco enrojeciendo la zona de alrededor. Aparecen sobre todo en la cara del bebé, el tronco y las extremidades y las pústulas van apareciendo y desapareciendo en las diferentes zonas en cuestión de horas. Aunque su aspecto suele asustar no implica ningún riesgo para la salud del bebé.
“El eritema se debe al pasaje de hormonas a través de la leche materna”, explica Lucía Sabbione, médica pediatra (MN 141220) y aclara que “es una erupción transitoria. No requiere tratamiento ni tiene síntomas”.
Por lo general este brote dura 2 semanas y luego de la cuarta suele desaparecer por completo. Al ser una lesión cutánea leve no requiere de tratamiento y se debe evitar la tentación de extirpar los granitos ya que se podría infectar la zona. Tampoco es necesario hacer un análisis para determinar si un bebé la contrajo. Por lo general el médico puede emitir el diagnóstico luego de examinarlo durante los chequeos de rutina.
Aunque no es necesario aplicar productos tópicos en las áreas afectadas, sí es importante mantener las manos higienizadas al tener contacto con el bebé para evitar cualquier complicación.
En caso de que las lesiones no desaparezcan en algunas semanas, será importante visitar a un especialista.