Es una de las decisiones más pensadas y evaluadas por cada familia. Consejos e ideas al momento de decidir el mejor cochecito.

Una de las decisiones más importantes para las familias que esperan a su bebé es encontrar el cochecito adecuado. Elegirlo conlleva una verdadera investigación. En la búsqueda solemos consultar a otras familias qué eligieron, les preguntamos por qué, navegamos por la web para informarnos y visitamos las tiendas para conocer las variedades. Parece mucho trabajo, pero se sabe que el cochecito es un artículo imprescindible y al que más uso le daremos. Es el que nos permitirá trasladar al bebé de un modo confortable y cómodo, de manera segura y sin riesgos. Pero también deberemos manipularlo fácilmente además de adaptarse a nuestras necesidades de uso y guardado.

“De todos los artículos para mi beba sin dudas al que le dediqué más tiempo fue a la elección del cochecito”, cuenta Natalia Prada, visitadora médica y mamá de Valentina y sigue “de hecho, mi marido bromeaba con que había sido más sencillo comprar el auto. Para mí era fundamental comprar el adecuado no solo por Valen también para que yo pudiera moverme y manipularlo sin problemas”.

La experiencia de Natalia se replica en cientos de familias que deben comprar el cochecito. Una decisión impulsiva guiada por la moda o porque a otro le resultó lo mejor no siempre será lo correcto. Por será importante detenernos un rato y determinar cuáles son nuestras necesidades y el uso que le daremos. “Embarazada de mellizos quería comprar el carrito con un asiento detrás del otro. Por su robustez me lo recomendó una amiga que vive en un barrio cerrado. En la web se veía ideal, pero en la tienda al ver sus medidas reales y comprobar el peso comprendí que no entraría por el ascensor del edificio donde vivo ni podría transitar por veredas rotas. Lo que para mi amiga era un beneficio para mí era un problema. Opté por el modelo de un asiento junto a otro”, comparte Ana Clara, música y mamá de Rosario y Juan. 

Para evitar arrepentimientos es mejor tener en cuenta algunas cuestiones al momento de elegir el carrito adecuado.

Una pregunta que debemos responder es por cuáles lugares transitaremos. Si nos vamos a mover principalmente en ciudades grandes con sus problemas de aglomeraciones, veredas y calles no siempre en buen estado, lo mejor será decidirnos por un modelo maniobrable y liviano.

Pero si saldremos a realizar actividades deportivas con el bebé o transitaremos en ámbitos más agrestes lo mejor será decidirnos por un coche de ruedas anchas y con un buen sistema de suspensión. Los coches con ruedas grandes traseras ayudan a que el andar sea más fácil ya que traban menos en superficies irregulares.

Otro aspecto que debemos considerar con cuidado es las características del espacio que habitamos. Si hay ascensor será muy importante conocer las medidas para saber si entraremos con el carro armado o plegado. Si el ascensor es pequeño o se precisa subir y bajar por escalera con el carrito plegado habrá que buscar un modelo que se pueda manipular con una sola mano para cargar al bebé con otra.

No olvidemos que aunque el carrito se usará mucho no se usará todo el tiempo. Hay que pensar dónde se guardará y cómo.

La mayoría de las familias cuentan con un auto. Así como debemos prever las medidas de nuestra casa será necesario calcular el tamaño del baúl de nuestro vehículo. Lo ideal es que el carrito se guarde sin necesidad de forzarlo o realizar extrañas maniobras y que además deje espacio por si se desea guardar algo más (juguetes, algún bolso con ropa). Otra vez será importante el peso. Es preferible elegir un modelo que se pueda meter y sacar del baúl sin que provoque dolores o un esfuerzo superior.

Para los que usan transporte público lo mejor sería elegir un modelo de fácil plegado y liviano que nos permita manipularlo con una mano. Todos vimos alguna vez que los carros desplegados no solo cuentan con nulo espacio sobre todo en colectivos sino que provocan la incomodidad de otros pasajeros e incluso del bebé.

Casi todas las personas que llevarán el carrito son de altura promedio, sin embargo en caso de personas más altas o bajas es importante contar con un manillar regulable. 

Si distintas personas usarán el cochecito es importante que el plegado sea sencillo para que todos lo usen sin dificultad. 

Un detalle no menor a tener en cuenta es si el fabricante ofrece servicio técnico de postventa. Los carritos suelen tener un uso intensivo y es lógico que alguna pieza se desgaste. También que al dejar de usarlo se lo pase a otra familia. El servicio técnico garantiza que siempre se encuentre en óptimas condiciones.

Por último y no menos importante habrá que cerciorarse de las medidas de seguridad del cochecito. Los modelos que ofrece Carestino cuentan con cinturón de seguridad de cinco puntos, barra de contención y capota con tecnología de protección UV 50. Traen un cobertor que no solo protege de la lluvia, el viento y el frío, también funciona como mosquitero que los cuida de molestos y a veces peligrosos insectos.

Se sabe que los niños pequeños se llevan todo a la boca, por eso las telas de todos los tapizados están libres de productos tóxicos. Para evitar el reflujo, las butacas no se reclinan en 180° sino en la recomendada por los especialistas. Para facilitar la circulación, las ruedas traseras cuentan con un sencillo pero eficaz sistema de frenos. Las estructuras son de aluminio. Este material garantiza no solo el peso adecuado sino una gran resistencia. Y si deseamos ver al bebé o que el bebé simplemente observe todo lo que ocurre a su alrededor, algunos modelos como el Beverly pueden colocarse en sentido marcha y contramarcha. 

A la hora de elegir el cochecito, las opciones son muchas y variadas. Será cuestión de decidir según cada necesidad y posibilidad con la certeza que siempre buscaremos lo mejor para ese bebé que está por llegar.

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