A medida que los chicos van agregando diferentes y nuevos alimentos puede aparecer algo molesto y tedioso para ellos: alergia alimentaria. Se trata de una reacción que tiene el organismo luego de la ingesta de comidas específicas, pero… ¡Relax! Hay solución.

Según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), la alergia alimentaria “surge de una respuesta inmune específica inducida por la exposición a un alimento”. En otras palabras, cuando los niños y niñas comen ciertos alimentos pueden padecer alergias en distintas partes del cuerpo.

Esto ocurre porque el sistema inmunológico, que protege de gérmenes y enfermedades, se equivoca y comienza a producir anticuerpos para atacar a esos alimentos creyendo que se tratan de bacterias o virus.

Para la tranquilidad de las mamás y papás, en esta nota te contamos qué les puede producir las alergias, a qué edad deben ingerirlos los lactantes y cuáles son los efectos más comunes.

Alimentos alergénicos:

Lo cierto es que cualquier alimento puede provocar una reacción no deseada, pero hay algunos que son más comunes y que generalmente están en la dieta de los más pequeños.

  • Leche vacuna
  • Huevos
  • Maní
  • Soja
  • Trigo y sus derivados
  • Frutos secos
  • Pescados
  • Algunos conservantes, colorantes o esencias

¿Qué pueden producir a los niños?

La nutricionista Ivanna Chinelli explica que hay una variedad de consecuencias dependiendo del organismo de los chicos y los alimentos que se incluyen en su dieta. Sin embargo, hay efectos que suelen ser comunes en muchos casos. 

  • Problemas en la piel: se pueden presentar urticarias, fuertes picazones, manchas en la piel de tono rojizo, sarpullido o lesiones que producen hinchazón. 
  • Dificultades para respirar: los resfríos continuos, estornudos o la sensación de estrechez de la garganta pueden ser muy comunes.
  • Síntomas estomacales: es súper frecuente notar que los chicos se ponen pálidos o que tengan la sensación de mareos. También, pueden aparecer las náuseas y vómitos.

Si estos síntomas de alergia se combinan y se manifiestan varios al mismo tiempo, podemos estar frente a la anafilaxis que se trata, justamente, de un conjunto de problemas de piel, de respiración y de estómago. 

En esos casos es necesario consultar a un especialista de inmediato para que les diagnostique un plan de alimentación y que los pequeños puedan regular su organismo y así no padecer las comidas.

¿A qué edad puede consumir un lactante?

Un niño o niña se considera lactante cuando se alimenta por medio de leche materna. Se recomienda comenzar la alimentación complementaria a partir de los seis meses de vida del bebé pero la lactancia se puede extender hasta los dos.

Los alimentos alergénicos están presentes en un montón de comidas que preparamos para los más chicos, por eso hay que ser cuidadosos y ¡estar atentos! Cualquier mínimo cambio o alteración puede llegar a ser síntoma de alergias.

La edad adecuada para que un lactante pueda ingerir estos alimentos no está determinada porque todo depende de las dietas que les vayamos armando. Lo crucial es ir agregándolos en pequeñas cantidades para que no sea un cambio abrupto en la alimentación. 

“Es importante que se los demos por separado y de a uno a la vez para que sea una alimentación complementaria a la lactancia”, explica Chinelli.

¿Qué ocurre si ya se detectó alergia a un alimento?

Generalmente, cuando el cuerpo de un niño o niña ya manifestó síntomas de alergia luego de comer alguno de estos alimentos, puede ocurrir que se tarde un tiempo prolongado para volver a incluirlo en su dieta. 

Por ejemplo, si notamos que el huevo le generó fuertes resfríos y malestar, tenemos que esperar un tiempo para volver a dárselo, ya que no se produce una aceptación inmediata por parte del organismo y todo forma parte del crecimiento.

La nutricionista aconseja esperar hasta alcanzar los 5 años, aproximadamente, para intentar que ese alimento vuelva a estar en las comidas de todos los días. 

Sin embargo, hay casos en los que los chicos y chicas no logran superar la alergia. Esto lo podemos ver cuando después de haber pasado un tiempo desde la primera reacción, no lo toleran y vuelven a tener los síntomas.

Para estos últimos casos, es aconsejable la visita al pediatra para que pueda hacer un seguimiento de la alimentación y así poder encontrar alguna solución.

Entonces… ¿Qué hacer si nuestro hijo/a tiene alguno de estos síntomas?

Lo primero y principal es ¡no desesperar! Es súper común porque los pequeños están probando nuevos alimentos y es un proceso que requiere de mucha paciencia y acompañamiento.

Luego, tenemos que estar atentos antes y después de la preparación de las comidas. De esta forma, podemos detectar cuál fue el alimento que le pudo haber generado la alergia en alguna parte del cuerpo.

¡Ojo! La reacción puede ser inmediata o tardía, por lo que tenemos que prestar atención al día siguiente de haber comido un alimento alergénico.

Si podemos detectar alguno de estos síntomas, lo más recomendado es visitar a un pediatra lo antes posible para tratar al niño o niña y quedarnos tranquilos/as.

Todas las etapas del crecimiento son importantes, para ellos y sobre todo para las mamás y papás. La alimentación no se queda afuera y tenemos que ser súper cuidadosos, pero sin dejar de disfrutar el camino de la crianza de nuestros pequeños.

¿Tu hijo/a tuvo alergia alimentaria? ¡Te leemos!

 Fuente:

Lic. Ivanna Chinelli

Licenciada en nutrición. MN: 9390

@lightmeup.nutri

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