Uno de los hitos más esperados por los padres en la vida del recién nacido es la caída del cordón umbilical para poder incorporar el baño en la rutina diaria. Es que se trata de un momento de relajación y también de juego e intercambio; además, es útil para organizar la rutina.

Sin embargo, los especialistas coinciden en señalar que no es necesario bañar a los recién nacidos todos los días, con tres veces por semanas es suficiente. Claro que es importante lavar sus manos en forma frecuente, así como su carita e higienizar bien la zona genital a la hora del cambio de pañales.

De todas maneras, el baño diario no está contraindicado. Lo importante, siempre, es elegir los productos correctos.

¿Con qué productos bañarlo?

Este punto es clave, ya que se deben elegir productos específicos para la piel del bebé y algunos de los que se venden bajo esa categoría pueden no ser aptos para pieles sensibles.
Los jabones tradicionales tienen un PH más elevado con respecto al de la piel del bebé y por esta razón pueden dañar su epidermis. Por eso, los especialistas recomiendan las barras y geles limpiadores con PH 5 o 5.5, más conocidos como “Syndet”.
“No se catalogan como productos para bebés pero son ideales para ellos. Los expertos europeos en dermatología pediátrica determinaron en uno de los últimos congresos que para el baño de los bebés solo debía usarse agua o limpiadores Syndet en formato líquido”, explica la Dra. Mariana Guzmán, dermatóloga pediátrica.
Usar shampoo y acondicionador es totalmente innecesario, ya que la misma barra o gel puede utilizarse en todo el cuerpo.
En cuanto al uso de cremas luego del baño, estas solo se indican cuando la piel del bebé es demasiado reseca. En casos así hay que consultar al dermatólogo cuál es la mejor opción y siempre aplicar una capa fina de producto y distribuirla para que no queden acumulaciones en los pliegues.

¿Dónde bañarlo?

Por supuesto, la bañadera o ducha es demasiado grande para un recién nacido, por eso se utilizan bañeras para bebés. Lo ideal es optar por modelos que posean reductor y sean plegables para que los primeros baños sean más fáciles y además, ocupen menos espacio a la hora del guardado.
A nivel seguridad, es muy importante que la misma posea patas antideslizantes que se sujeten bien al piso de la bañadera, ducha o mesada. Por último, algunos modelos vienen con un tapón de desagote con control de temperatura; este cambia de color cuando el agua llega a los 37° C y es momento de disfrutar del agua.

Por partes

Es fundamental que no te olvides de limpiar los pliegues de la piel, algo tan típico en los bebitos; revisa los del cuello, piernas y brazos. Otro lugar olvidado es la parte trasera de las orejas.

Y recordá que la parte del secado es tan importante como el baño en sí. Es clave que quede la piel quede bien sequita, para lograrlo hay que pequeños toquecitos con lo toalla ya que al refregar se puede lastimar la piel del bebé.

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