A medida que nuestro bebé crece son muchos los alimentos que irá incorporando y a los que se tendrá que acostumbrar.
Nuestro bebé cumplió un año y no solo comienza a dar sus primeros pasos también comienza a ingerir sus primeras comidas del “mundo adulto”. Omelette, distintos quesos, galletitas y verduras que hasta hace unos meses estaban vedados, ahora forman parte de su dieta. Son muchos los alimentos que irá incorporando. Por eso es importante que sean sencillos pero también vistosos y nutritivos, así su dieta será variada y atractiva. Te damos algunas ideas para que gradualmente vaya incorporando diversos alimentos.
Huevos
Es uno de los alimentos que ofrecen múltiples posibilidades y a los chicos les encantan. Sus beneficios son varios: contienen todos los nutrientes necesarios, por su alto contenido proteico brindan energía, proporcionan vitamina d y al ser blandos resultan fáciles de masticar y digerir. Pero atención, el huevo puede contener salmonella, por lo que se recomienda comerlo siempre bien cocido, sobre todo en los menores de 2 años.
El omelette es un clásico, fácil de preparar y se lo puede ofrecer desde el año. Los huevos duros son otra buena opción. Una gran idea es mezclar la yema con un poco de pescado blanco hervido y condimentado con un poquito de sal y jugo de limón. Los huevos fritos no son aconsejables hasta que los chicos cumplan dos años.
Verduras y frutas
La razón más importante por la que un niño debe comer frutas y verduras es porque son las mayores fuentes de nutrientes y vitaminas, elementos que chicos y grandes necesitan para luchar contra enfermedades. Al ser alimentos ricos en fibras que nos sacian ayudan a evitar la obesidad o al contrario, anemia.
Al momento de prepararlas una buena idea para salir del tradicional puré de papas es agregarle unos trocitos de jamón cocido, queso y crema líquida y llevarlo al horno.
Las espinacas con salsa bechamel les aportarán hierro, calcio y vitaminas. El brócoli es una de las verduras que más vitaminas tienen y es una potente defensa contra virus y bacterias. Su forma de “arbolito” puede causarle extrañeza a los chicos, pero con una lindo cuento que las acompañe, suelen comerlas con facilidad. Las chauchas también se pueden incorporar hervidas y ofrecidas en trocitos pequeños.
Se le pueden ofrecer las frutas de temporada, siempre madura y bien lavada y evitando carozos y semillas. Una posibilidad es ofrecerles riquísimos jugos. También se pueden preparar postres como manzanas o bananas asadas con azúcar.
Pescado
No es uno de los alimentos presentes en la dieta de los argentinos. Sin embargo, el pescado es un alimento muy pero que muy beneficioso para la salud de los bebés y niños porque es una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico que además contribuye a la ingesta de nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D, y contiene hierro y zinc.
A los chicos se les puede ofrecer pescados blancos y sin espinas como la merluza y el lenguado, pueden ser hervidos, a la plancha o al horno. Se los puede acompañar de arroz y puré y a partir de los 18 meses dárselos preparados como croquetas.
Lácteos
Los lácteos son una buena fuente de minerales, debido a su alto contenido en calcio, fósforo y magnesio. El calcio es elemental para desarrollar unos huesos fuertes y sanos. Algunos chicos en esta etapa comienzan a rechazar la leche, pero a no desesperar. Existe una gran cantidad de productos lácteos que facilitan su consumo. Por ejemplo, los quesos le gustan mucho a los pequeños y no hay inconveniente que los consuman a diario. Recordemos que 40 g de queso equivalen a 100 cc de leche. Los licuados de fruta y leche suelen ser una muy buena alternativa. Una taza de yogur, una porción de flan y el arroz con leche son alternativas tan ricas como saludables.
Hasta los tres años se desaconseja el consumo de embutidos (salvo jamón cocido), las frituras, las gaseosas y los postres que contengan mucho azúcar, como pasteles, bombones y chocolates. Evitar lo más que se pueda las golosinas.
Y además…
Es bueno agregar hidratos de carbono en forma de arroz integral yamaní, pastas simples con verduras como por ejemplo espinacas o brócoli o pastas rellenas cuando son más grandes.
No olvidarse de incorporar legumbres que aportan fibra y proteínas. Pueden ser medallones de lentejas o porotos. Incorporar fruta si hay rechazo en forma de licuados o helados de fruta etc.
El yogur si es de preparación casera mejor. En la yogurtera se lo mezcla con alguna fruta.
Para beber nada mejor que el agua y no los jugos artificiales. El agua con rodajas de fruta es una opción saludable y rica para los nenes más grandes.
Agradecemos el asesoramiento de la licenciada en Nutrición, Eugenia Briz (MP 95). Podés seguirla en @nutricionintegral_eb