Nadie lo duda, que los bebés y niños duerman la siesta es beneficioso para los padres; ese es el momento para hacer todo lo que no se pudo mientras ellos estuvieron despiertos; pero lo cierto es que hasta los 3 o 4 años este descanso diurno favorece el aprendizaje y les ayuda a reducir la hiperactividad, la ansiedad y depresión.
“Para los más pequeños, el descanso diurno es tan importante como el de la noche. Durante los primeros cuatro o cinco años de vida se recomienda que los niños descansen después de comer, les permite estar más tranquilos, menos irritables, sociables, atentos y les ayuda a asimilar mejor lo aprendido”, explica la Dra. Cecilia Avancini, jefa de Pediatría de Vittal. 


Cuánto deben dormir
Si bien cada bebé y niño es un ser individual, existen ciertos parámetros que sugieren la duración de la siesta ideal; así, según la Sociedad Argentina de Pediatría, un bebé de hasta seis meses debería dormir alrededor de dos horas distribuidas en dos siestas; de ahí hasta el año, se recomienda una hora de sueño diurno también en dos siestas y a partir de esa edad y hasta los tres años inclusive alcanza con una siesta de una hora.
“Primero desaparece la siesta de la mañana y más tarde, más o menos a partir de los cuatro años, acabarán eliminando la de la tarde”, amplía Avancini.


¿Por qué es importante que duerman la siesta?
“No dormir la siesta en la infancia está asociado a una conducta más impulsiva, a una disminución en la capacidad e interés por el aprendizaje, así como a una mayor prevalencia de terrores nocturnos”, señala la experta.


¿Cómo hacer cuándo no quieren dormirla?
Más allá de que es una necesidad que el propio organismo del bebé y los niños manifiesta, es bueno fomentar el hábito; para eso hay que ofrecerles la posibilidad y, así como sucede por la noche, preparar el ambiente y establecer una rutina que favorezca el sueño.
Sin embargo, la pediatra señala algunas diferencias entre ambos momentos: “Es importante que haya algo de claridad para que puedan diferenciar la siesta del sueño nocturno”.
Y si se rehúsan al descanso diurno, Avancini comparte algunos tips:
– Acostarlo a dormir en el mismo lugar en el que duerme por la noche. Como ya asocia ese lugar con el sueño, es más probable que se duerma.
– El mejor momento para intentarlo es después de comer, ya que el organismo se encuentra más propenso al sueño.
– Si va a la guardería o al jardín y duerme la siesta ahí, el fin de semana hay que intentar que la rutina en el hogar sea igual a la de la semana; una buena idea es acostarlo con el animalito de peluche u objeto que usa en el jardín.
La siesta es tan importante que no hay que prohibirla, algo que suele suceder cuando un niño no duerme bien de noche y los padres aplican diferentes estrategias para tratar de resolver ese problema. “No hay que impedir que el niño duerma si lo necesita. De hecho, puede que dormir la siesta les ayude a dormir mejor por la noche”, explica la pediatra.

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4 Comments

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    María del Carmen López Reply

    La siesta es un espacio lindo para disfrutar juntos…un corte del día!!!y porque no un mimo extra de hacerlo juntos!!!

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      Carestino Reply

      No hay nada más lindo que compartir esos pequeños momentos con nuestros bebes. ¡A seguir aprovechándolos!

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    Excelente! Coincido! Tengo mi tercer bebé y estoy más práctica en la crianza y puedo notar claramente lo beneficioso que es para “ambos “la siesta . Nos permite seguir el día con más energía y humor!

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      Carestino Reply

      Gracias por sumarte Pau y por contarnos tu experiencia! Es muy importante para nosotros saber que es lo piensan. Besos!!!

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