No distinguen claramente objetos y personas, pero su visión evoluciona mes a mes. ¿Qué ven cuando nos ven?
Todos los miran a ellos pero ellos ¿cómo nos miran a nosotros? Apenas llega el recién nacido a casa, familia y amigos quieren conocer al nuevo integrante. ¿Se parece al papá o a la mamá? ¿Cómo es su cabello? ¿Y su piel? Los vemos con esa mezcla de fascinación y ternura que nos despiertan los recién nacidos. Son el centro de nuestras miradas, ellos empiezan a mirar este “nuevo mundo” pero qué es lo que ven cuando ven.
“El recién nacido solo ve e identifica bultos. Todavía no distingue formas claras, tampoco ve bien los colores. Puede ver a corta distancia y también identifica la luz”, nos explica la Oftalmóloga Infantil Ludmila García Franco (MN 149455). Aunque solemos ver a los bebés con sus ojos muy abiertos es entre el primer y segundo mes que desarrollarán la capacidad de enfocar y seguir los objetos que se mueven. Recién a los dos meses comenzarán a distinguir el volumen y los colores como el rojo y el verde.
“Los bebés tienen la capacidad de aprender y adquirir más habilidades visuales. Por eso, en esta etapa es clave el estímulo visual que reciben”, dice García Franco. Uno de esos estímulos es jugar al “no está – acá está”, mientras el adulto se tapa y destapa la cara. Esto lo ayuda a comprender la permanencia de los objetos. Otros juegos de estimulación visual es ponerlos delante de un espejo para que empiecen a reconocerse. También se les pueden ofrecer juguetes u objetos de colores fuertes o contrastantes para llamar su atención. La información que recibe el ojo debe ser clara y nítida, para que los bebés puedan comprender el mundo exterior.
García Franco señala que “Cualquier impedimento en la recepción de ese estímulo puede tener graves consecuencias en el futuro visual de ese niño. Es importante hacer el primer control en los dos primeros meses”. La SAOI (Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil) y la AAO (Academia Americana de Oftalmología) recomiendan realizar un fondo de ojo a todo recién nacido sano. Este examen permite descartar patologías que son graves para el ojo, así como también patologías adquiridas en el embarazo que pueden ser sistémicas.
Los especialistas recomiendan estar alertas si el bebé tiene 3 o 4 meses y no logra seguir con ambos ojos un objeto, si tiene dificultad para mover uno o ambos ojos en todas las direcciones o si sus ojos se mueven pero no quedan fijos o si los tienen cruzados la mayoría del tiempo. En ese caso habrá que consultar con el pediatra o un oftalmólogo infantil que nos dirán qué hacer y como ayudar a nuestro bebé.