Se conocen como cinetosis. Conocé de qué se trata y cómo prevenirlos.

Es muy común cuando se viaja con bebés, niños o niñas en cualquier tipo de vehículo ya sea auto, tren, avión o una lancha que empiecen a vomitar. Aunque los adultos pueden asustarse es muy común que esto suceda. Se lo conoce como cinetosis o el llamado “mareo del viaje”.  “Esto ocurre porque el cuerpo recibe distintas informaciones desde los oídos, los ojos, los músculos y las articulaciones”, explica Federico Díaz, pediatra (MP 232337   ) y sigue “por un lado perciben movimiento y por otro lado sienten que este movimiento no está presente. Entonces se desencadenan estos eventos de mareos y también de vómitos”.

Al viajar en un vehículo cuando el bebé está entretenido con algún juguete, sus ojos se enfocan en algo que no se mueve, mientras permanece sentado, pero el cuerpo percibe el movimiento de aceleración y desaceleración.

¿Cómo ayudamos a prevenirlo? Díaz recomienda tratar de no viajar con el estómago lleno sino comer algo más liviano. Durante el trayecto tratar de mirar un punto en el horizonte o ubicar el butacón del bebé a contramarcha, mirando hacia el fondo. Si se mira hacia adelante evitar mirar hacia los costados. Con nenes más grandes, proponer juegos de adivinanzas que los mantengan concentrados en mirar hacia afuera y no hacia adentro del vehículo. Por ejemplo preguntar ‘¿qué color tiene el próximo auto que pase? ¿Cuál es el color del próximo edificio?

Díaz señala que también existen algunos medicamentos pero son “para casos más complicados”.

Otras sugerencias para evitar estos molestos mareos son:

  • Reducir la captación de los estímulos sensoriales. 
  • Si se consumen alimentos, previo al viaje debe ser un refrigerio pequeño y liviano. Beber agua fría disminuye la sensación de náuseas
  • Intentar distraer al niño. Se puede contar alguna historia, hablar, cantar o escuchar música.
  • Si a pesar de esto, el niño desarrolla mareos, lo mejor es detener la causa del mismo: parar el auto, salir y caminar.
  • No se recomienda leer, escribir, dibujar ni mirar una pantalla ya que esto “disminuye la percepción del movimiento” y puede producir más mareos.
  • Ayuda no realizar maniobras bruscas en la conducción y mantener una temperatura agradable en el interior del vehículo. Evitar el calor extremo y si uno va con las ventanillas cerradas, cada una hora abrir para renovar el aire.
  • Cuando los chicos duermen no aparecen los mareos, por lo que tratar que los chicos duerman es una buena opción.

Una de las particularidades de esta afección es que el malestar tiene un inicio y un fin que coincide con el viaje. Es decir, se trata de un “problema transitorio”. También, que es un trastorno que suele ir desapareciendo con la edad por el “habituamiento”, es decir por la exposición repetida de viajar en ese medio de transporte. Por lo tanto, habrá que llenarse de paciencia y saber que aunque es una molestia muy molesta se acaba cuando llegamos a destino.

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