En nacimiento de un hijo es uno de los acontecimientos más importantes en la vida de una mujer. Parir en medio de una pandemia puede generar miedo y ansiedad. En la semana del parto respetado, te acercamos esta nota desarrollada por la Lic. Guadalupe del Canto, psicóloga perinatal y especialista en desafíos reproductivos.

El parto es un acontecimiento que genera ansiedad y temor, pero la pandemia le agrega una preocupación especial. Quedarnos en casa ha sido efectivo para no colapsar el sistema de salud, y gracias a eso, las mujeres que van a dar a luz están pudiendo hacerlo con relativa normalidad.

Sin embargo, hay algunas cosas que no están sucediendo como esperabas. Tal vez planificaste hacer un Baby Shower o una fiesta de bienvenida cuando haya nacido; o eras de las que soñaba tener un montón de visitas para presentar a su bebé, pero esto no será posible. Por eso, una de las cosas que más lamentan las mujeres, es que sus familias no puedan conocer a sus hijos.

Uno de los mayores desafíos es sin duda transitar el posparto sin una red de sostén. Algunas mujeres tenían la ilusión de contar con la ayuda de una mamá, una suegra o una hermana, o tal vez una Doula o alguien que la ayudara en la casa. Estos planes se desvanecieron.

A la ansiedad y el temor, que surgen generalmente en el parto, por la preocupación de la salud propia y la del bebé, se le agrega la frustración por los planes truncos. Es decir, por las personas que no van a estar cerca y por la preocupación de no poder con todo sola.

Sí. Aceptémoslo. Parir en este contexto genera un montón de desafíos. Pero vos no lo elegiste, no lo provocaste y no lo podés cambiar. Las expectativas e idealizaciones solo nos generan sufrimiento. La mejor manera de parir es la posible, de acuerdo con tu historia, tus deseos, tu cuadro clínico y el contexto.

Para poder salir de la frustración que genera el cambio de planes, lo primero que debemos hacer es aceptar lo que está sucediendo; dejar de pelearnos con la idea, para empezar a redefinir cómo querés vivir tu parto en este contexto. Una buena manera es haciéndote algunas preguntas:

¿Qué cosas positivas podés encontrar de parir en este contexto? por ejemplo liberarte de algunos familiares que son bastante invasivos; poder estar en intimidad con tu pareja y tu bebé; o que tu pareja esté trabajando desde tu casa y pueda estar más tiempo con ustedes, etc.

¿Qué te genera temor o ansiedad y qué podés hacer para reducirlo? Por ejemplo, hablar con tu obstetra, aprender técnicas de respiración, relajación o Mindfulness.

¿Qué red de apoyo podés tener en este contexto? Tal vez no es la que esperabas pero seguramente podés encontrar otra red de apoyo. Si tu pareja está trabajando desde tu casa posiblemente pueda ayudarte y compartir muchas cosas, que de otra forma sería más difícil. Por último, podés buscar un grupo de apoyo online para compartir con otras mamás tu experiencia.

Seguro que a vos se te ocurren otras preguntas y otras respuestas. También podés pedir ayuda a tu pareja y/o a una buena amiga.

Para conocer más recomendaciones sobre la atención de embarazadas y recién nacidos en contexto de pandemia, hacé click acá.

Sobre la autora

Lic. Guadalupe del Canto
Psicóloga perinatal y especialista en desafíos reproductivos. Es Psicóloga, terapeuta cognitiva y mamá de tres varones. El nacimiento prematuro de su segundo hijo la llevó a especializarse en perinatal y a acompañar a otras madres en situaciones similares.
Luego fue ampliando su foco para incluir los desafíos reproductivos, el impacto del diagnóstico genético y la preparación integral para la maternidad con el objetivo de acompañar a madres en diferentes situaciones.

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Autor

Psicóloga Perinatal y Especialista en Desafíos Reproductivos.

3 Comments

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    Jesica figueredo Reply

    Hola ! Me tocó parir en plena pandemia , con el agregado de tener una nena de dos años . En primer momento mi hija mayor se iba a quedar al cuidado de los abuelos cuando llegue el momento del nacimiento de su hermana. Ella nunca se había quedado con nadie ibamos a programar días previos una noche para que ella se quede a dormir para que se pueda ir adaptando. Ese plan se vio desvanecido en su totalidad . La cuarentena se había hecho parte de nuestra vida
    Me encontré con que además de existir un virus que pone en peligro la salud de mi familia y la mía , con todo un esquema de sociedad totalmente cambiado . Cerraron negocios , a lo que no pude comprar ropa a mi recién nacida ni demás elementos para dicha ocasión ( por suerte era nena , así que uso todo lo de la hermana )
    Llegó el momento de parir , hablamos con mi marido y la decisión fue , subir los tres al auto( mi nena, mi marido y yo) bajarme en el sanatorio entrar sola y que el se quede con mi nena en al auto hasta que yo pueda mandarle un mensaje que todo había salido bien ( nunca dude que todo iba a estar bien ) llevar a mi hija más grande a qué las cuiden los abuelos me parecía un poco arriesgado , había estado yendo a hacerme estudios propios del embarazo había entrado a sanatorios y salas de bioquímicas , había tomado todas las medias necesarias para evitar el contagio y si por mal destino había contraído el virus ?y contagiado a mi hija?, no iba a poner en riesgo a sus abuelos
    Ese día hice todo el trabajo de parto en casa de las 9 de la mañana hasta las 18:30 que decidimos ir al sanatorio ,llegamos baje sola , con los bolsos , nos abrazamos fuerte con mi marido nos despedimos yo iba a tener a nuestra segunda hija y el iba a cuidar a nuestro bebé más grande.
    Llegué con 8 cm de dilatación ( había logrado hacer todo el trabajo de parto en casa , era mi objetivo, quería estar lo menos posible en un sanatorio) . Estaba ansiosa, quien no ? Feliz muy feliz , los enfermeros no sabían cómo proceder porque no tenían quien llene los formularios para mí ingreso , mi obstetra que me atendió durante todo el parto , yo sabía que no iba a estar ,no habíamos arreglado nada, yo me iba a atender con quién estuviera de guardia (sumemos que nació un día feriado, el viernes santo) los enfermeros la llamaron , para saber si estaba al tanto de la situación y como proceder…. Y acá es donde debo destacar su amor y pasión por su profesión, sabía que estaba sola y vino sin dudarlo acompañarme , en medio de una pandemia , de un virus , día feriado , dejo su familia su hogar para estar apoyándome ,y que no me sintiera sola eternamente agradecida voy a estar con Soledad Albornoz . Verla y reconocer un rostro familiar me regaló la tranquiladad que en ese momento podía llegar a faltar. Llegó mi obstetra y nació en tres pujos mi bella Valentina ( tampoco tenía nombre , nunca nos habíamos podido poner de acuerdo con mi marido en el nombre , tuve que decidir el nombre sola para no variar , había que llenar el certificado de nacido vivo , y que mejor nombre a esta situación , Valentina , valiente para nacer en este contexto)
    Nació un viernes santo , a las 8:04 de la noche con 3.240 kg llenaaa de pelo . Con una mamá que había entrado sola a recibirla ,un papá y una hermana que la esperaban en el auto estacionado en la puerta de dicho sanatorio…. Valentina si que tiene anécdota de nacimiento!!!

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      Guadalupe del Canto @saludmentalperinatal Reply

      Hola Jesica, nos encantó tu historia, gracias por compartirla. Felicitaciones para vos y tu bebé.

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      La verdad me emociona tu acontecimiento y como pudiste afrontarlo con tanta valentía, como decís. Yo estoy a poco menos de un mes de parir y tengo dos nenes más. Tengo mucho miedo porque no sé aún con quién dejarlos ese día ni cómo llevar el trabajo de parto en casa si es que no voy a la clínica de inmediato….
      Es todo un desafío

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