Los meses más cálidos invitan a pasar más tiempo al aire libre disfrutando de un lindo día de sol. Pero hay que estar alertas para prevenir los “males del calor”. Los que son del “equipo verano” aman esta estación por sus días más largos, el sol y la posibilidad de pasar más horas al aire libre. Los del “equipo invierno” protestan porque se sienten agobiados por el calor y molestos con los mosquitos. Sean de uno u otro equipo, embarazadas y los bebés deben extremar cuidados para evitar los llamados “males del calor” como son las picaduras de insectos, las quemaduras al sol y sobre todo la deshidratación. Panzonas prevenidas Sin quedarnos encerradas o temerosas es importante que las embarazadas tengamos algunos cuidados antes de exponernos al sol. Sí o sí hay que usar protectores solares con un índice de protección mayor a 30, usarlos disminuyen la aparición de manchas…
Para proteger del sol a los chicos, las prendas UV son una ayuda eficaz Un buen día de sol en la playa o en el campo es una invitación a pasarla bien. Sin embargo, con un bebé hay que tomar algunas precauciones. Todos los especialistas desaconsejan exponer a los bebés menores de seis meses a los rayos solares. Es que su piel es muy sensible. Esto ocurre porque todavía no desarrollaron a pleno su capacidad de generar melanina, el pigmento que la protege. Por eso, los bebés corren más riesgos de deshidratarse o padecer una quemadura solar. Luego de los seis meses, los pediatras permiten que los bebés vayan a la playa. Siempre antes de las 11 de la mañana y a la tardecita, después de las 16. Tanto a bebés como a los chicos más grandes se los debe proteger con ropa adecuada y gorros. Se sabe que desde…