Para saber si estos síntomas pueden ser peligrosos hay que estar atentos a estos indicativos Con la llegada del frío es normal que los bebés, como los adultos, se resfríen. Vamos a observar que tienen mocos de color blanco o transparente, estornudan y pueden presentar una fiebre moderada (febrícula). También se puede sumar la tos que, aunque tiene mala prensa, ayuda a limpiar las vías respiratorias de materiales y evita que estos alcancen los pulmones. En general son infecciones leves, se curan en el corto plazo y no dejan secuelas. Sin embargo, algunos cuadros pueden llegar a agravarse. “Hay cinco síntomas a los que se debe prestar atención para saber si el cuadro se está complicando. Son las ‘5 F’”, explica Federico Díaz, pediatra (MP 23233) y los enumera: Frecuencia respiratoria acelerada: respira mucho más rápido de lo habitualFalta de apetito: no quiere comer y en el caso de los bebés más chiquitos, no…
Podés seguir a la doctora de Toro (MN 138.175) en redes: verodetoro_pediatra Cuando aparece parece el enemigo. Sin embargo, a no alarmarse puede ser una aliada actuando como mecanismo defensivo. Nuestro niño está perfecto y de pronto lo notamos decaído y “calentito”. Buscamos el termómetro que confirma nuestros temores: tiene unas líneas de fiebre. Pero a no preocuparse la mayoría de las veces es inofensiva. La fiebre es un amigo actuando como mecanismo defensivo. Por eso, cuando aparece hay que estar atentos. Consultamos con la pediatra Verónica de Toro (MN 138.175) quien nos contestó estas preguntas. ¿Qué es la fiebre? La fiebre es una respuesta adaptativa del organismo como parte de una reacción de fase aguda del sistema inmunológico. Podríamos decir que es una de las formas que utiliza nuestro cuerpo para dar batalla a diferentes patógenos. ¿Por qué se produce? Es un proceso de regulación térmica controlado por el…