Florencia es mamá de cuatro hijos. Félix, el segundo,transita una condición TEA (trastorno del espectro autista). Desde lo que vivió nos cuenta cómo descubrió que su niño podía mucho más de lo que le aseguraban. La vida y el destino tienen muchas vueltas, caminos y sorpresas. Si hay alguien que lo sabe, esa es Florencia. Durante diez años vivió sola con Juan Ignacio, su primer hijo, pero entonces apareció Sebastián. Se conocieron, se descubrieron, se enamoraron. Hablando de un futuro compartido, Florencia le confió su sueño: volver a formar una familia y él no solo la comprendió, sino que también se unió a su deseo. Así llegó Félix. “Era un bebito completamente sano que hacía todo lo que hacen los bebés”, recuerda su mamá, aunque en su interior ella tenía una intuición que le indicaba que algo no andaba del todo bien en su pequeño. Descubrió que no la miraba…
Por su mayor sensibilidad a los sonidos, la pirotecnia afecta a los niños con condición del espectro autista. Por eso, una campaña propone festejar pero con fuegos artificiales. Los festejos por el egreso de Séptimo grado de Gonzalo eran una ocasión de alegría para la familia Lombroni. Su hermano, Marcos con trastorno del espectro autista miraba feliz mientras familiares, profes y amigos arrojaban espuma y polvos de colores sobre los egresados. Pero en un momento, al festejo se sumaron unos pequeños cañones que arrojaban papeles de colores. Al accionarlos provocaban un gran estruendo. Marcos se inquietó y ya no quiso participar más. Aunque no le generó una crisis severa sí demostró que se quería ir, que ese ruido le molestaba y buscó a su hermano desesperadamente para marcharse. La que relata esta experiencia es Cristina, ingeniera civil y mamá de Marcos y Gonzalo. “Los niños con TEA suelen tener un…