Los problemas relacionados con el sueño en las mujeres embarazadas son bastante habituales. No es grave, pero puede acabar afectando a la gestante psicológicamente ya que descansan poco y se sienten fatigadas durante todo el día.

Cuando una mujer está embarazada es común que le aconsejen “aprovechá a dormir ahora”. Y es cierto, porque cuando llegue el o la bebé, la rutina del sueño se verá completamente alterada. Sin embargo, aunque la futura mamá quiera dormir, muchas veces no lo consigue por más cansada que se sienta. Los problemas con el sueño se deben en gran medida a los cambios hormonales (aumento de progesterona y estrógenos) que suceden durante el embarazo. Estas alteraciones hacen que las mujeres embarazadas sientan cansancio y sueño durante el día y tengan la necesidad de realizar pequeñas siestas. No obstante, en muchas ocasiones, son estos descansos los que después trastornan el sueño ya que las personas gestantes por las noches están demasiado descansadas.

Causas

Las causas que provocan insomnio en la mujer embarazada pueden tener un origen fisiológico o psicológico.

Las fisiológicas pueden desembocar en la imposibilidad de lograr el sueño y van empeorando en el transcurso del embarazo. Estas causas son especialmente molestas para la mujer y pueden ser:

  • Necesidad constante de ir al baño: a medida que va avanzando el embarazo la mujer precisa orinar en más de una ocasión en el transcurso de la noche lo que interrumpe su descanso. Para ello, algunos especialistas recomiendan la hidratación en otros momentos del día como por la mañana para evitar orinar tanto por la noche.
  • Tamaño de la panza: en el último trimestre del embarazo, especialmente, el abdomen ya ha alcanzado un tamaño considerable que dificulta a la embarazada encontrar una postura cómoda para descansar. Normalmente, la posición adecuada cuando el vientre ya es muy notable es de lado. Algunas mujeres se sienten más cómodas colocando una almohada entre las piernas.
  • Acidez: las molestias gastrointestinales habituales durante el periodo de gestación, si se producen por la noche, pueden afectar al descanso de la futura madre.
  • Piernas inquietas: este síndrome que padecen muchas embarazadas provoca molestos hormigueos en las piernas que impiden conciliar el sueño.
  • Movimientos del bebé: el hecho de que el bebé dé “pataditas” o se mueva constantemente puede afectar al descanso.
  • Molestias en la espalda: cuando el tamaño del abdomen se vuelve considerable las futuras mamás pueden padecer molestias en la espalda y se encuentren incómodas acostadas. Como consecuencia de estos dolores, muchas de ellas pasan la noche buscando la postura adecuada en la cama para descansar.

Entre las causas de origen psicológico que pueden producir insomnio en la mujer embarazada se encuentran, fundamentalmente, el estado de nervios y ansiedad que puede generar el propio embarazo.

La embarazada, a medida que se acerca el momento de dar a luz, comienza a sentir nervios y ansiedad por el momento de la llegada del bebé. Ansiedad porque llegue sano, porque el parto vaya bien, porque no se le olvide nada de lo que le hace falta al pequeño, etc. Todos estos nervios hacen que sus propios pensamientos sean los que le impiden dormir.

Recomendaciones

Existen algunos  consejos simples que pueden servir de gran ayuda para combatir este tipo de trastornos. Algunas de estas recomendaciones son:

  • Relajación: los especialistas aconsejan realizar algunos ejercicios de relajación antes de ir a dormir (respiraciones, meditación,etc.) Para relajarse en el momento de ir a la cama es necesario también cuidar el ambiente de la habitación. Es importante que la temperatura del cuarto sea la adecuada (que no haga frío ni calor excesivo), el silencio y la oscuridad también ayudan al descanso, así como llevar un pijama que nos resulte cómodo. A algunas personas les puede ayudar escuchar música relajante.
  • Ejercicio moderado: es importante realizar algún tipo de actividad física, siempre apto para el embarazo, como la gimnasia para embarazadas. Un poco de ejercicio durante el día puede ayudar a rebajar la actividad nocturna. No obstante, se recomienda que este tipo de gimnasia se lleve a cabo durante el día y no a última hora de la tarde.
  • Cuidar la alimentación: una dieta equilibrada y evitar el consumo de alimentos o bebidas excitantes como el café, los refrescos con cafeína o el chocolate por ejemplo, puede ayudar al descanso.

Algunas veces el insomnio se presenta de manera intermitente, es decir, solo le sucede algunas noches y otras veces, se vuelve constante. Si es así es recomendable la consulta con el médico con el fin de que éste nos indique o aplique algún tipo de tratamiento o remedio. En ningún caso la mujer embarazada debe tomar ningún tipo de fármaco por su cuenta y riesgo.

Fuente: Reproducción Asistida ORG. Por Neus Ferrando, licenciada en embriología

Avatar photo
Autor

Escriba un Comentario