Los objetos de apego o transicionales son muy importantes para que nuestro bebé se sienta seguro y protegido. Un peluche, un trapito con forma de oso o una manta suavecita, cuando nuestro bebé lo sostiene notamos que se calma y además le resulta imprescindible en ciertos momentos como la hora de dormir. Son los llamados objetos de apego y resultan vitales para que esa personita comience a experimentar que es un ser independiente de sus padres. “El bebé, en gran medida, ve y arma el mundo y a “sí mismo”, a través de sus papás”, explica María Julia Fava, psicoanalista y docente adscripta en la Universidad de Morón en la cátedra Psicología de la personalidad y sigue “Son quienes cumplen las funciones paterna y materna quienes le van permitiendo armarse como personitas separadas de ellos. La primera gran separación de su vida. A la vez, son ellos quienes le van…
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