La sal de mesa (cloruro de sodio) es el condimento más antiguo y más usado, pero consumirlo en exceso puede tener consecuencias. En todas las casas hay un salero. Se sabe que el organismo humano necesita sodio pero en muy pequeñas cantidades. Consumirlo en exceso puede traer algunos inconvenientes. En los últimos años los pediatras recomiendan no salar las comidas de los bebés. De este modo se los introduce en la diversidad de sabores de alimentos naturales lo que hará que al crecer acepte consumir mejor verduras, frutas, cereales, pescados y no alimentos procesados industrialmente. Por eso, la recomendación es que en los lactantes no se incorpore sal para evitar el aprendizaje del sabor salado. Además los alimentos naturales ya tienen sal en su composición por eso no se recomienda el agregado extra. Verónica de Toro, pediatra (MN 138.175) nos despeja dudas. ¿Por qué se recomienda no agregarle sal a la…
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