Los días de calor llegan con tres peligros silenciosos: la deshidratación, las quemaduras solares y las picaduras de insectos. Sugerencias para evitarlos. En cada estación hay que reforzar algunos cuidados para nuestro bebé. Si el invierno con el frío y sus bajas temperaturas llegan los resfríos y bronquiolitis; en el verano acechan la deshidratación, las quemaduras solares y las picaduras de insectos. Aunque anden rondando, en época estival podemos realizar algunas acciones para que no nos atrapen y que nuestro bebé disfrute cómodo, protegido y sin tener que salir de urgencia a la guardia pediátrica. 1. Cuidar su higiene Las altas temperaturas del verano y la humedad del entorno -sobre todo si se está de vacaciones en la playa- provocan que el bebé sude más. Esto favorece que aparezcan más lesiones en la piel. Las más frecuentes son la dermatitis del pañal y las lesiones en los pliegues cutáneos y…
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