Es una de las patologías más frecuentes en los chicos. Su mayor peligro es la deshidratación
La cifra puede asustar. En la Argentina, cada minuto se produce un cuadro de gastroenteritis en menores de cinco años y con mayor frecuencia en lactantes, además origina alrededor del 10% de las internaciones en la primera infancia. En la década del ochenta, la introducción de sale de rehidratación oral permitió una reducción significativa de sus hasta entonces altas tasas de mortalidad.
Los principales síntomas suelen ser fiebre, vómitos y diarrea. Desde la Sociedad Argentina de Pediatría, destacan la importancia de no retrasar la consulta médica, ya que puede llegar a causar deshidratación y severas complicaciones, llegando en algunos casos a requerir internación. Para conocer más sobre causas y tratamiento, Verónica de Toro, pediatra (MN 138.175) nos orientó con estas respuestas.
¿A qué se conoce como gastroenteritis?
La gastroenteritis es la inflamación del tubo digestivo secundaria a la infección por microorganismos (virus, parásitos o bacterias) o en menor medida al consumo de alimentos en mal estado. En la edad pediátrica, la mayoría de las gastroenteritis agudas son causadas por virus.
El primer síntoma suelen ser vómitos, acompañados o no de fiebre y seguidos en unas horas por diarrea (deposiciones más blandas o líquidas, frecuentes y abundantes) que hace perder agua y sales al organismo con el consecuente riesgo de deshidratación. Además puede haber presencia de dolor abdominal de tipo cólico.
Para prevenir la infección es necesario tener presente que una de las medidas fundamentales es el lavado de manos frecuente, lavado de frutas y verduras, evitar utilizar la misma tabla o cuchillo para carnes crudas y el resto de los alimentos, esterilizar mamaderas, cocinar bien carnes y huevos y consumir agua segura.
¿En qué se diferencia con la diarrea o la colitis?
Diarrea es un síntoma que está presente en diferentes enfermedades y se refiere a la presencia de deposiciones de menor consistencia, mayor frecuencia y cantidad. En cambio, colitis se utiliza para referirse a la patología inflamatoria del intestino y que, por ejemplo, puede cursar con diarrea.
¿Cuál es el tratamiento adecuado?
El tratamiento de la gastroenteritis consiste fundamentalmente, en evitar la deshidratación. La enfermedad suele durar no más de 7 a 10 días y el mayor riesgo se da en los primeros días donde la diarrea es importante y además puede estar acompañada de vómitos lo que hace más difícil mantener una buena hidratación.
Para tener en cuenta:
- Mantener hidratación con agua fría o sales de rehidratación oral (se consiguen en farmacias) de a cucharadas con alta frecuencia.
- No suspender la lactancia, los niños que toman pecho materno tienen más protección para estas enfermedades.
- No dar gotas calmantes del dolor abdominal ni antiespasmódicos
- No administrar gaseosas (ni común ni sin azúcar) ni jugos.
- No ofrecer bebidas para deportistas
- No dar te (Y menos yuyos) porque es diurético (aumenta la eliminación de orina) y puede contribuir a la deshidratación.
- No suspender la alimentación, aunque se debe respetar la voluntad del niño. Suelen preferir alimentos livianos, frescos y en poca cantidad.
¿En qué caso el niño debe ser internado?
Cuando los vómitos son incoercibles, es decir que a pesar del tratamiento inicial que se le da en la guardia no ceden, el paso siguiente suele ser la internación para poder ayunar al paciente por unas horas y rehidratarlo con suero.
Por otro lado, el pediatra de guardia puede indicar la internación del paciente ante una deshidratación severa o la presencia de signos clínicos de alarma.
Pautas de alarma para la consulta por guardia:
• En los lactantes pequeños la diarrea siempre es una urgencia.
• Si no orina regularmente o no moja los pañales en 12 horas.
• Si tiene fiebre alta, difícil de manejar.
• Si tiene los ojos hundidos y la lengua seca.
• Si la diarrea tiene sangre y moco.
• Si vomita más de 5 veces seguidas o rechaza la ingesta líquidos.
• Si los vómitos son de color verde.
Agradecemos la colaboración de la doctora Verónica de Toro para esta nota. Podés consultarla en su IG: verodetoro_pediatra