Antes del mes de vida la conjuntivitis tiene causas y tratamientos muy específicos. Sin embargo, debemos estar tranquilos, ya que en general no es grave si se diagnostica y trata a tiempo.
Si tu bebé presenta síntomas como enrojecimiento o inflamación de la parte blanca de uno o los dos ojos o detrás del párpado, lagrimea más de lo habitual o de forma asimétrica, presenta secreción blanca o amarillenta, signos de picazón o ardor, sensibilidad a la luz y legañas, probablemente esté desarrollando un cuadro de conjuntivitis
La dolencia es una inflamación de la conjuntiva que puede ocurrir durante el primer mes de vida y ser producto de una infección o una irritación. “La obstrucción de uno o ambos lagrimales también puede causar conjuntivitis, pero se diagnostica habitualmente 30 días después del nacimiento porque, antes, los recién nacidos producen escasas lágrimas y casi no abren los ojos”, explica Marcela Pérez, médica oftalmóloga de Clínica Las Condes. Lo importante es que la mayoría de las veces no representa ningún riesgo para el bebé.
Las causas de la conjuntivitis neonatal son variadas pero, para tranquilidad de las familias, en su mayoría no son graves. Sin embargo, no siempre son fáciles de determinar, ya que los síntomas son similares independientemente de su origen.
Según la oftalmóloga, es muy importante que los recién nacidos sean evaluados oportunamente para establecer la gravedad de la infección y el tratamiento adecuado, lo que habitualmente permite resolver la inflamación completamente sin dejar secuelas. “Antes del mes de vida, siempre se debe tomar una muestra del ojo con secreción previo al inicio del tratamiento antibiótico. A diferencia de los niños más grandes que presentan una conjuntivitis corriente, donde la toma de cultivo casi nunca es necesaria”.
Primeras pistas
El momento de la aparición de los síntomas es un elemento bastante útil para sospechar la causa o microorganismo responsable.
Si la aparición es entre el primer y tercer día de nacido, puede ser a causa de un gonococo, bacteria que a veces se adquiere en el momento del parto debido a una infección vaginal. Aunque infrecuente en nuestro medio, por la gravedad que representa (puede, incluso, llevar a la perforación o rotura del ojo en los casos más graves), debe ser siempre descartado como causa.
Finalmente, las conjuntivitis que se presentan entre los 5 y 25 días de nacido pueden ser provocadas por una infección por clamidia, o conjuntivitis por inclusión. Esta es una bacteria que también se transmite al momento del parto por una infección vaginal. Y debido a que este microorganismo puede provocar, además, neumonía en el recién nacido, debe ser tratada con antibióticos sistémicos (orales o endovenosos) además de tópicos (gotitas o colirios).
¿Por qué aparece?
Si un recién nacido menor de 1 mes presenta conjuntivitis neonatal, probablemente se deba a las siguientes causas:
- Irritación provocada por las gotas que se les aplica a los recién nacidos para prevenir infecciones bacterianas.
- Infección bacteriana vaginal: clamidia o gonococo.
- Otras bacterias.
- Virus (infrecuentes).
¿Cómo prevenirla?
- Prevenir la conjuntivitis es lo mejor que se puede hacer para cuidar la salud ocular del bebé. A continuación algunos consejos para evitarla:
- Recordar que las conjuntivitis bacteriana y vírica son altamente contagiosas. Mantener alejado al bebé de cualquier persona con esta enfermedad.
- Las sábanas y toallas del pequeño deben ser de su uso exclusivo.
- Consultar con el pediatra la posibilidad de realizar pruebas de alergias si ves que el bebé estornuda y rasca sus ojos con frecuencia
- Evitar que toquen o levanten al bebé sin lavarse las manos.
- Cambiar su ropa de cama con frecuencia.
- Mantener la casa limpia y eliminar el polvo preferiblemente con un aspirador.
- Si el bebé es alérgico al polvo, evitar las cortinas, alfombras y mosquiteras.
Siguiendo estas sugerencias será más fácil prevenir esta dolencia.
Fuente. Clínica Las Condes y Clínica Oftalmológica Barcelona