«Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que enfrentas ese sufrimiento ». Viktor Frankl Posiblemente no haya un dolor más desgarrador que el que atraviesa una mamá frente a la pérdida de un hijo, antes o después de nacer. Es antinatural, se vive como injusto. Entre los síntomas que experimenta una mamá que está en duelo, aparecen emociones como la ansiedad, la irritabilidad, la euforia, la ira y el miedo. Síntomas cognitivos como la negación, el embotamiento, la dificultad para concentrarse, la falta de atención e incluso alucinaciones. Y entre los síntomas físicos aparecen: dificultad para dormir, cansancio y desgano. El duelo se vive en fases. Se pasa del aturdimiento inicial a la búsqueda desesperada por reencontrar al bebé perdido, a la negación. No hay mente que sea capaz de entender semejante noticia. Y en esta etapa…
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