Cielo e infierno, el chupete es una salvación y una lucha al mismo tiempo. Es que cuando el bebé está angustiado o molesto es la herramienta estrella para calmarlo, pero cuando llega el momento de despedirse de él, pasa de amigo al bando contrario: dejar el chupete en el pasado cuesta.
Ahora bien, cuándo es necesario que tu bebé lo abandone, “la recomendación es que no lo utilice más allá de los 24 meses de vida. Ya a partir de los 3 años su uso excesivo se relaciona en forma directa con la deformación de las estructuras óseas como el paladar y los maxilares, lo que conlleva a la malposición dentaria”, explica la especialista en odontopediatría Graciela E. Marciulevicuis de Costa.
Este efecto se genera porque “el paladar se eleva y se produce estrechez, lo que hace que cuando erupcionen las piezas dentarias no puedan ubicarse correctamente por falta de espacio”, agrega la experta.
Por otra parte, si bien los bebés y niños no son de manual, lo cierto es que nacen con la necesidad de succionar y esta suele permanecer hasta alrededor de los dos años, por eso se dice que esa es la etapa indicada para que lo abandone.
Este despegue no debe ser a la fuerza, ya que en este caso aplica la famosa frase “el remedio es peor que la enfermedad”. Si el bebé sigue con las ganas de succionar es probable que reemplace el chupete por el dedo, lo cual es peor ya que, como indica Marciulevicuis de Costa, “se trata de un hábito más difícil de erradicar; y el chupete, al ser de consistencia más blanda, deformaría menos el paladar y las estructuras óseas y dentarias”.
Es normal que quiera usarlo un poco más ante momentos determinados que le generan angustia o estrés o bien para conciliar el sueño; esos pocos minutos diarios no le ocasionarán problemas aunque ya haya superado los dos años.
Experta consultada:
Dra. Graciela E. Marciulevicuis de Costa
Odontológa
Especialista en Odontopediatría. UBA.
MN. 14.381
@esteticaodontologicacosta
Fue de gran ayuda la info.gracias carestino por ayudarnos a brindarle lo mejor a nuestros peques?
Gracias Ale! Queremos acompañarlos en esta gran aventura llamada paternidad 🙂